… Ahora la Asamblea
Viernes: anuncio del presidente bastante incompleto. Domingo: el ministro de Finanzas planteó aspectos adicionales que lo mejoraron. Ayer: envío de la nueva ley… pero revisemos la secuencia de lo que hemos vivido.
Uno. La economía ya venía debilitada porque poníamos la casa en orden luego de diez años de despilfarro y pésimas decisiones.
Dos. Impacto del coronavirus. Pérdidas muy importantes en ingresos de divisas: petróleo, exportaciones, remesas, etcétera. Según la USFQ, 8000 millones. Impacto similar en el fisco, porque a lo del petróleo se agrega la pérdida de impuestos ante la caída de la economía, pero además se gasta más para atender a familias y empresas vulnerables. E impacto en el sector real: empresas ilíquidas o insolventes, empleos e ingresos en duda.
Tres. El Gobierno iba muy despacio ante los enormes desafíos, porque no tenemos (otros países sí) ni la posibilidad de imprimir dinero (ojo, la dolarización debe mantenerse), ni ahorros (los “fonditos” eran innecesarios), ni endeudarnos en el mercado internacional porque ya nadie nos presta. Nos quedan solo dos cosas. Por un lado, movilizar recursos internos (públicos y/o privados), pero eso no es suficiente porque no aumenta la cantidad de recursos en la economía “solo se los cambia de bolsillo”, y por otro lado, conseguir 600 millones adicionales netos afuera (incluyendo renegociación de deudas).
Cuatro. Se avanza despacio. Cierta reducción de gastos, llamado a la solidaridad, aunque con acción limitada. Pero ahora se toma (mucho más) el toro por los cuernos en la nueva Ley. Hay un Fondo Humanitario para apoyar a las familias. Decisiones más fuertes para aliviar cargas de empresas (diferimiento de impuestos y aportes a la seguridad social) y de apoyo crediticio. Hay un impuesto solidario a las empresas y las personas (que puede ser modificado en ciertos detalles, pero es necesario… o si no hay que presentar alternativas viables). Anuncio de que llegarán 3000 millones de apoyo externo entre abril y mayo. Aporte de los empleados públicos. Nuevo contrato a plazos para nuevas contrataciones Muy importante la propuesta de suspender el marco legal, para permitir que las empresas lleguen a acuerdos negociados con sus trabajadores, y el apoyo de árbitros en caso de no lograrlo. Igualmente, el empuje a un concordato excepcional: acuerdo de las empresas con sus acreedores (sistema financiero, proveedores) para alivianar la carga de sus compromisos… y un concordato “más forzado” por el deudor cuando no hay acuerdo. Esto en un marco en que hay la prohibición de despedir, repartir dividendos y bajar capital, mientras duren los acuerdos, y obviamente sanciones penales en caso de engaño… Y paralelamente un reglamento para controlar drásticamente el gasto público (ya era hora).
Cinco. Fundamental. No hacer locuras. Ejemplos: preservar la fortaleza del sistema financiero para que pueda apoyar la economía. Olvidar absurdos en dolarización como la emisión de liquidez del Banco Central.
... Sobre todo, actuar. Ejemplo, aparentemente el diferimiento de impuestos aún no lo implementa el SRI. El control de gastos se ha anunciado mil veces. Confirmar el dinero de afuera… Movilizar apoyo de la Asamblea cuya responsabilidad es enorme en no “politiquear” (una ley no solo puede contener el lado “bonito”)… ¡Acción!
(O)