Abusan con malos servicios
Sufridos usuarios de internet, televisión pagada, tarjetas de crédito, comida y demás servicios que nos ha tocado ocupar más en esta cuarentena nos damos cuenta de que nos vendieron algo de un tamaño menor del que nos ofrecieron, y no existió sensibilidad en la respuesta ni en la corrección de los graves horrores de los servicios que hemos tenido que soportar.
Jamás imaginamos que los hogares tendrían tres televisores prendidos simultáneamente y que los habitantes en una casa estarían igualmente conectados desde el router, más los celulares; servicios que se supone están acordes con la necesidad de cada cliente. De paso, dichas empresas, los
emails, los números de teléfono y los chats virtuales no los responden. ¿Por qué crean páginas web si contienen números de teléfonos antiguos, inhabilitados, horarios de atención que no coinciden y correos que no los lee nadie? Señores empresarios, si ustedes recurren al negocio virtual implementando ofertas por vía redes y web con servicios a domicilio, contesten las llamadas, contesten los correos, no corten las llamadas, no nos dejen colgados en el chat; resuelvan, reconozcan y corrijan. Conversen con su personal, háganles entender lo importante que son los clientes; que si el negocio no prospera, se cierran las puertas y se pierde la empresa, se pierde el empleo. Este país está plagado del mal servicio al cliente. Una vez más se ha demostrado que disponen de un bajo perfil de jefes, gerentes, subordinados y administradores encargados de atender los diferentes requerimientos de la posventa que la parte comercial, en algún momento con mucho esfuerzo, ha gestionado. Si ustedes ofrecen algo y les escribimos, respondan, y pronto. Lo que ustedes ofrecen, lo ofrecen otros más; tenemos una competencia perfecta. Diferénciense del resto, eduquen a su personal. Mañana el negocio virtual será más importante que cualquier otro y no estamos preparados eso. No se quejen después que las cosas están difíciles y que hay mucha competencia en el mercado, si no corrigen ya sus horrores de servicios y mejoran su relación con todos sus clientes. (O)
Allan Manuel Ricaurte Montalvo, ingeniero comercial, Guayaquil