Reparación de Odebrecht es incierta
Ecuador decidió romper negociaciones con la firma brasileña luego de que esta pusiera cuatro condicionamientos.
Las conversaciones que mantenía el Estado ecuatoriano con la constructora brasileña Odebrecht desde julio del año pasado fracasaron y la posibilidad de que el país reciba una compensación económica volverá a ventilarse en los organismos competentes; principalmente, el Servicio de Rentas Internas (SRI), por determinaciones tributarias; la Contraloría General, por glosas; y la justicia ordinaria, que en sus sentencias podría establecer montos de reparación integral.
Según el procurador Íñigo Salvador, la compañía puso cuatro condiciones: la devolución de alrededor de $115 millones retenidos por orden judicial; el descuento de ese monto de las obligaciones tributarias pendientes, así como las deudas con proveedores (entre ellos, los abogados); la aceptación de que el saldo, el sobrante, sea considerado como la indemnización final (entre $50 millones y $70 millones); y el compromiso de que la constructora pueda participar nuevamente como contratista de obras del Estado.
“Si estas condiciones no se cumplían, Odebrecht sostenía que podría suspender la cooperación eficaz con el Estado ecuatoriano (la entrega de información para que la justicia determine responsabilidades por el pago de sobornos para adjudicarse obras). Esta es una coacción, una coerción, que no estamos dispuestos a tolerar. Y esa es la razón fundamental para que se haya decidido dar por terminadas las conversac iones”, aseguró Salvador, en rueda de prensa realizada ayer en Quito.
Los diálogos empezaron en julio de 2019 y tuvieron sus mayores tropiezos a finales de año. La segunda reunión oficial de autoridades y representantes de la constructora se efectuó en agosto. Hasta entonces, las partes intentaban llegar a un acuerdo. Sin embargo, la tercera reunión, prevista para octubre, tuvo que ser postergada por las protestas de la
Conaie y el incendio del edificio de la Contraloría, pues hubo información que tomó tiempo en ser recuperada.
En diciembre, la compañía llegó a la mesa de diálogos con nueva cabeza. “Odebrecht cambia de representante legal y también la actitud. Es a raíz de la participación de Mauricio
Ruiz (NDLR: el nombre correcto del nuevo director regional es Mauricio Cruz Lopes) que las cosas comienzan a torcerse y esta especie de ‘tomen lo que les ofrecemos o déjenlo’ se evidencia por primera vez”.
Con el deterioro de las relaciones y, además, la negativa de la empresa a reconocer irregularidades en el poliducto Pascuales-Cuenca llegaron la cuarentena, en marzo pasado, y una nueva carta de Odebrecht que contrarió a las autoridades. “Ya no había buena fe, sino la intención de establecer un monto arbitrario”.
La constructora
En diciembre pasado, recién llegado al país, Mauricio Cruz negó que haya condicionamientos para acordar un monto de indemnización; sin embargo, hizo hincapié en que la compañía tenía deudas con 80 proveedores, por $9 millones, y glosas tributarias, por $25 millones. “¿Qué cooperación eficaz puede haber de una empresa que desapareció? Es lo que va a pasar aquí si nos asfixian”, dijo entonces en entrevista con EL UNIVERSO.
Tras los pronunciamientos de Íñigo Salvador, ayer Odebrecht emitió un comunicado: “En caso de que el Estado decida retomar los diálogos, la empresa se encontrará siempre a su disposición”. ( I)
La constructora brasileña pidió la devolución de unos $115 millones.
Glosas, juicios y procesos tributarios seguirán su curso de forma paralela,