La familia y las claves para dar apoyo a quien ha perdido su trabajo
La crisis financiera derivada de la emergencia por el COVID-19 afectó los ingresos de los hogares. Algunas claves para que empleados y empleadores enfrenten esa nueva realidad.
¿Cómo sobrellevar en familia y personalmente la pérdida del empleo? Especialistas dan sus consejos en un momento extraordinario en el ambiente laboral.
Suelen recordarlo y describirlo como un golpe fuerte en el pecho. Recibir la noticia de haber sido separado de una empresa en la que se colaboró puede remitir a la persona a una experiencia traumática del pasado que ha quedado fija en el inconsciente, provocándole esa sensación de impacto físico.
De acuerdo con Sofía Carrillo, psicóloga organizacional y magíster en Gestión de Talento Humano, muchas veces las desvinculaciones son vividas por los colaboradores a un nivel muy personal y podrían manifestar las mismas emociones de haber perdido algo íntimo. “En ese sentido no es un disparate pensar que se experimente como una pérdida que generará un duelo laboral cuyas etapas estarían determinadas a partir del manejo que tuvo la organización al comunicar el despido”, precisa.
Comprender tales sentimientos será el primer paso para brindar el apoyo necesario si uno de sus parientes sufre esa situación actualmente.
“Es importante ubicar a la familia como su primer pilar de acompañamiento, puede ser solidarizándose con el afectado, ofreciéndole oportunidades de emprendimiento o motivándolo a reinventarse en este tiempo atípico”, dice Carrillo. “Pero si la circunstancia afecta al individuo de manera insostenible será pertinente la ayuda profesional”, advierte.
Pero si es usted quien ha perdido el empleo, ¿cuál es la mejor manera de hablar con sus familiares? Aunque no existe una fórmula, es necesario hallar el momento idóneo, hablar con ‘la cabeza fría’ y sin emociones desbordadas.
“Ante la desvinculación, el individuo no debe desmoralizarse, sino comprender que es una situación no manejable y no propiciada por el desempeño que mantuvo en la organización. Mantener la actitud positiva, la iniciativa y la predisposición como competencias que le permitirán nuevamente ser considerado en el mercado laboral”, sugiere.
Emprendedor, no rendirse
Experimentar sentimientos abrumadores es común también para los dueños de diversos comercios que han debido cerrar sus puertas y despedir a sus colaboradores. Mucho más si ese emprendimiento representaba el sustento familiar.
“Emprender es una situación íntima y es lógico que emocionalmente las personas se afecten por lo que suceda en los negocios. Mucho más ante una situación de quiebra o de cierre forzoso”, explica Gabriel Rovayo, presidente de la Fundación Codefe, representante para la zona del Pacífico de Sudamérica de la Fundación Europea para la Gestión de la Calidad (EFQM, según sus siglas en inglés). Sin embargo, cree que los empresarios pueden obtener varios aprendizajes de la crisis, entre ellos, la prevención. “Es importante analizar, por parte de los directivos, qué pudo haberse evitado, qué se hizo bien, en qué se actuó mal, por qué se tuvo que tomar la decisión de cerrar la empresa o el emprendimiento, qué medidas preventivas se deberá tomar para el futuro”.
Y si debe notificar el despido a sus colaboradores, lo más apropiado será mostrarles empatía y comunicarse con gran asertividad. “Una llamada personal y una notificación formal a través del correo electrónico son la manera más correcta de comunicar esa noticia”.
¿Es posible tomar fuerzas para iniciar otra vez desde cero? Rovayo señala que la clave es pensar que ese esfuerzo proporcionará bienestar a nuestra propia familia y como consecuencia ayudará al país.
“Ese debe ser el horizonte que nos guíe en este nuevo comienzo. Caer en el desánimo no da réditos. La pelea es peleando”. “Esta emergencia nos enseñó que todo puede cambiar de la noche a la mañana, sin previo aviso. Debemos dejar de ser tan rígidos y aprender a cambiar de piel cuando sea necesario. Hay que ver estos momentos como oportunidades, no para lamentarnos. Sino tener una visión positiva de que en la adversidad es cuando se puede avanzar”. ( I)
Una actitud positiva le facilitará competir de nuevo en mercado laboral.
Es una oportunidad para aprender a cambiar de piel cuando sea necesario.