Empleados de Tame piden que Gobierno reconsidere decisión de liquidar línea
La empresa arrastra deudas que superan los $300 millones en los últimos años y ya no es rentable.
Pilotos, tripulantes de cabina y personal administrativo participaron ayer en Quito en un plantón para pedir al Gobierno que se busque una solución para evitar el cierre de Tame.
Mauricio Naranjo, presidente de la Asociación de Empleados de Tame, pidió que se revea el decreto ejecutivo que viabiliza la liquidación de la aerolínea pública.
“Queremos que la empresa pueda seguir volando...”, aseguró el dirigente de los empleados en medio de arengas en los exteriores de las oficinas de la compañía.
El Gobierno decidió la liquidación por la acumulación de más de $300 millones en pérdidas en los últimos años.
Juan Pablo Albán, abogado que acompañó a los empleados en el plantón, señaló que los 932 trabajadores no eran los responsables de las deudas de la empresa, sino de las “malas administraciones”.
Recordó que en 11 años pasó un igual número de administraciones por la compañía aérea. El último gerente fue Luis Reyes, quien renunció tras conocer que el Gobierno decidió la liquidación. Antes fue gerente general en Copa Ecuador.
Esteban Riofrío, quien era gerente jurídico de la empresa, entrará a asumir como gerente subrogante.
Un piloto pidió que se les dé la oportunidad de seguir laborando, porque el país está perdiendo una aerolínea que ha servido al mercado local. “Nosotros hemos servido en los peores momentos”, dijo.
Los empleados indicaron que la aerolínea les adeuda los sueldos de marzo, abril y parte de mayo; además, una deuda a la asociación, la cesantía y la cooperativa.
En el plantón hubo trabajadores que pidieron que si la empresa se liquida se cumplan con todas las obligaciones de ley con ellos.
En los libros, la aerolínea tiene activos por $77 millones, un patrimonio negativo de $311 millones y requerimientos de liquidez inmediatos de $20 millones.
La coordinadora de Empresas Públicas indicó que se tratará de monetizar los activos para cuando se entre a la segunda fase de liquidación, se cuente con dinero en caja para cubrir obligaciones. ( I)