DESVINCULACIONES Y GENTE DE CONFIANZA
En tiempos de crisis extrema se ha emprendido la fusión y eliminación de secretarías y ministerios, de agencias, servicios y centros, la liquidación de empresas públicas y la reducción de empleados públicos.
Voces críticas cuestionan que la ‘optimización’ del sector público llegue en el último año de mandato del presidente Lenín Moreno, quien desde el inicio de su periodo se enteró de que la situación económica del país era desfavorable.
El Ejecutivo oficializó la eliminación de la Secretaría Anticorrupción, recientemente señalada desde la Fiscalía General por entorpecer investigaciones. Fue creada hace apenas quince meses, bajo la tutela de la Presidencia, en respuesta al pedido por parte de un sector de la sociedad civil de un ente independiente que lidere la lucha contra la impunidad, al estilo de la Cicig (Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala). Esta experiencia ha confirmado que el combate a la corrupción no debe admitir tutelajes.
También en el Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) se desvinculará personal. El presidente del Consejo Directivo de esa entidad confirmó que se ha pedido la disponibilidad de los cargos de todos los directivos de las unidades médicas, que superan la centena. En entrevista radial señaló: “Iremos poniendo gente de confianza que quiera trabajar y que haya tenido algo de experiencia; que trabaje de forma proactiva y no reactiva”.
La confianza es un valor que se define en relación de una persona sobre otra, y eso está bien para quienes se manejan en un ámbito privado, pero las entidades públicas no deberían estar sometidas a ese vaivén; los encargados de su administración deben ser profesionales calificados, probos, que ganen concursos públicos y transparentes y que acrediten experiencia en la rama en la que se desempeñarán, luego someterse a evaluaciones periódicas de su gestión. Los cargos de libre remoción favorecen prácticas en otra dirección porque aúpan el abuso de poder y entorpecen procesos de investigaciones al darse desvinculaciones discrecionales. (O)