La vigilancia epidemiológica humana y veterinaria
Como patólogo veterinario máster en Salud Animal insisto en la posición desigual que ha colocado a la medicina veterinaria ecuatoriana el sistema de salud, al marginarla de participar en las mesas epidemiológicas, donde se definen las estrategias de control de esta terrible pandemia, COVID-19, que nos absorbe y aniquila; alertándonos en que si se insiste en evitar nuestra participación profesional, se continuará ignorando la necesaria revisión del sistema con el fortalecimiento implícito de la vigilancia epidemiológica humana y veterinaria, unida y no aislada como está ahora.
Dicha participación nos permitiría, entre otros aspectos, mejorar la línea de diagnóstico de última tecnología como prioridad, y conocer a tiempo las mutaciones malignas del virus y otros patógenos que continúan amenazando la salud de los humanos y animales, para evitar futuros azotes como el que ha cambiado al Ecuador y al mundo. La medicina veterinaria tiene en el mundo la prioridad médica investigativa de trabajar en innumerables enfermedades zoonóticas, entre estas las producidas por coronavirus en varias especies, que en estos últimos 20 años han aparecido en el mundo, casi todas con grave peligro de epizootias como los que afectaron al hombre: SRAS CoV (Síndrome respiratorio agudo y grave); MERS CoV (Síndrome respiratorio del Oriente Medio); coronavirus