Muerte se cruza en poderes
que afectaron a los cerdos: gastroenteritis transmisible VGET; diarrea epidémica VDEP; corona entérico porcino Se CoV, que es una combinación mutante de los dos virus anteriores; Delta coronavirus PDCoV, de origen aviar que afectó a cerdos en China en el año 2009; y en China en el 2017, un nuevo virus Alfa-corona virus SADS-CoV, conocida como Síndrome de diarrea aguda porcina, cuyo hospedero habitual fueron los murciélagos, igual como en la pandemia que nos azota del COVID-19. Lo dicho lleva a los expertos e investigadores veterinarios a concluir: a) que una infección de coronavirus que se transmite por vía respiratoria es mucho más invasiva que otras originarias en vías digestivas; b) los murciélagos de todo el mundo son portadores y pueden transmitir los virus a otras especies; y c) la epidemia actual no es un fenómeno raro, no siendo necesario que científicos locos fabriquen coronavirus para infectar a la humanidad, debiendo más bien trabajar las dos medicinas en detectar nuevos virus y/o mutantes de estos, para salvar al hombre, principio y fin de la ciencia. (O)
José Manuel Aguilar Reyes, doctor en Veterinaria, Santo Domingo de los Colorados
La aplicación necesaria de las medidas de emergencia resulta un camino lleno de baches que se empeora por la falta de confianza en los nuevos modos democráticos de abordaje de esta contingencia caótica, produciendo más angustia en el ciudadano. ¿El distanciamiento social que debería denominarse distanciamiento de los cuerpos, se lo está extendiendo a los vínculos entre el Estado y la sociedad civil?
Con el caos reinante, ¿no se agudiza la necesidad de generalizar aquello escrito en la Constitución sobre la “consulta previa” a las organizaciones de la sociedad civil y a líderes relevantes de la vida nacional? De lo contrario hay el riesgo del rechazo generalizado, complicando aún más la lucha contra la pandemia, favoreciendo la pulsión de muerte. También hay urgencia de un debate democrático y lograr acuerdos mínimos entre los diferentes componentes del conjunto social. Adolecemos de la antigua epidemia de una democracia incomprendida, débil, con orígenes históricos ambiguos. La única antigua tradición deliberante la protagonizó la democracia étnica reprimida por la colonia y despreciada por la República. Para ayudar a calmar las angustias de la población, es importante facilitar la circulación de la palabra y la posición de escucha dentro del Estado de derecho democrático. Si no, surge la demanda desesperada para que un populista autoritario “ponga orden”, lo cual va hacia lo peor. Con la democracia, pierde el pedestal el autoritario perverso en favor de la pluralidad, e implica la capacidad de soportar todas sus contradicciones porque se desea el debate con argumentos de altura.
Después de octubre 19, el COVID-19 está dando otra oportunidad, cuando la muerte se ha cruzado en el camino para que los poderes del Estado puedan ejercer como estadistas democráticos, sin infantilizar a la ciudadanía exigiendo ‘disciplina’, a sustituirse por la ‘responsabilidad’. Consulten con seriedad a la sociedad civil, en una suerte de ‘democracia extendida’. Sentaría un precedente inédito, vivificante, educativo y menos angustiante. (O)
Juan de Althaus Guarderas, psicoanalista, Guayaquil
Deben trabajar las dos medicinas, humana y veterinaria, en detectar nuevos virus y mutantes de estos.