Tras caer en otro ‘default’, Argentina busca acuerdos con tenedores de su deuda
La deuda de ese país totaliza $324 000 millones, equivalentes al 90 % del producto interno bruto.
Un grupo de acreedores de Argentina dijo ayer que estaba comprometido con su propia propuesta de reestructuración, y que había sido invitado a firmar un acuerdo de confidencialidad por parte de ese país, que incumplió el pago de unos $500 millones en intereses el viernes pasado.
El Gobierno argentino argumentó que le resultaba difícil pagar la deuda tras dos años de recesión, en un contexto de alta inflación (53 % en 2019) y aumento de la pobreza (33 % en 2019). La deuda totaliza $324 000 millones, equivalentes a casi el 90 % del PIB.
El Exchange Bondholder Group, que está compuesto por 18 fondos de inversión, indicó en un comunicado que su oferta presentada el 15 de mayo proporciona “un alivio significativo de la deuda a Argentina y le proporciona una estructura de deuda sostenible”.
El Gobierno argentino está analizando las contraofertas de los principales grupos de acreedores después de que su propuesta para reestructurar unos $65 000 millones en deuda externa fue rechazada.
El país no logró llegar a un acuerdo antes de la fecha límite del 22 de mayo, cuando terminaba el periodo de gracia de intereses por $500 millones que el país no pagó y que lo llevó a su noveno default.
El grupo también dijo que Argentina invitó a sus representantes y a otros grupos de acreedores a firmar un acuerdo de confidencialidad para “entablar negociaciones con el Ministerio de Economía sobre la reestructuración de la deuda de Argentina”.
Un portavoz del Ministerio de Economía no respondió al pedido de comentarios.
El ministro de Economía, Martín Guzmán, dijo que las conversaciones estaban en un curso positivo a pesar de una “importante distancia” para llegar a un acuerdo con los acreedores. Otro grupo acreedor dijo el viernes que mientras las negociaciones estaban en curso, era necesario más compromiso por parte de Argentina. Un tercer grupo dijo que se oponía a la decisión de ese país sudamericano de incumplir sus bonos internacionales, aunque seguía comprometido a buscar un acuerdo de reestructuración exitoso.
Todd Martínez, director de soberanos de América Latina en Fitch Ratings en Nueva York, advirtió que el progreso hacia una resolución podría ser más desafiante mientras más se prolonguen las conversaciones después del default.
“Si se trata de un default sin signos de progreso hacia una resolución, podría aumentar las incertidumbres y tener algunos efectos desestabilizadores, pero estos podrían ser mínimos si los diálogos continúan”, dijo Martínez. ( I)