Icónicos lugares se reabren con alta seguridad sanitaria
La Acrópolis, en Grecia, realizó una desinfección y dispuso mantener distancia de 1,5 metros entre los visitantes. En el Vaticano, el ingreso a la Basílica de San Pedro se hace por grupos.
“Nunca vimos tan poca gente en la Acrópolis. Es como si tuviésemos una visita privada”, dice una ciudadana rusa que llegó al lugar acompañada de su marido, con quien vive en Grecia desde hace cinco años.
La Acrópolis de Atenas, monumento emblemático de la Antigüedad, reabrió al público desde el pasado 18 de mayo al igual que todos los sitios arqueológicos de Grecia, bajo alta seguridad sanitaria, tras dos meses de cierre por la pandemia de coronavirus.
El acto de reapertura de la colina de la Acrópolis, donde se encuentra el célebre Partenón, fue encabezado por la presidenta Katerina Sakellaropoulou, quien asumió en marzo, y contó con la presencia de algunos periodistas y empleados portando mascarillas.
La Acrópolis, que data del periodo clásico de la Antigüedad griega (siglo V a. C.), es el monumento más visitado de Grecia y forma parte de decenas de riquezas arqueológicas del país que incluyen templos, estadios, teatros o ciudadelas antiguas que dejaron de recibir visitas tras la llegada del coronavirus al país que reporta más de 2800 contagios y 169 muertos por el virus.
No obstante, Grecia prevé reabrir los museos el 15 de junio, las iglesias a partir del 17 de junio y desde mañana está prevista la apertura de los cafés y bares, a condición de respetar una serie de medidas y el distanciamiento social.
“El objetivo de esta reapertura es disfrutar con seguridad los sitios arqueológicos al aire libre”, dice la ministra de Cultura, Lina Mendoni, y señala que “fueron adoptados protocolos” según las particularidades de cada lugar, se realizó una desinfección y se dispuso mantener distancia de 1,5 metros entre los visitantes.
Los sitios arqueológicos son un importante ingreso para este país cuya economía depende de la industria del turismo. La economía griega corre el riesgo de volver a “una profunda recesión”, según el Gobierno.
Otro emblemático sitio que también reabrió sus puertas en Europa, el mismo día que la Acrópolis, es la basílica de San Pedro de Roma. Su reapertura es símbolo de un retorno a una relativa normalidad en Italia, donde el desconfinamiento entra en la fase 2, con la reapertura de los comercios, los cafés y las terrazas y la reanudación de las misas.
Ante al menos 30 fieles, dispuestos a distancia de seguridad, el papa Francisco celebró una misa en la capilla dentro de la basílica de San Pedro, en honor al centenario del nacimiento del papa Juan Pablo II, el 18 de mayo de 1920.
La Basílica de San Pedro, cerrada desde el 10 de marzo, fue totalmente desinfectada y ha empezado a recibir a pequeños grupos de visitantes, los cuales hacen fila respetando una distancia de dos metros entre ellos y se someten a la toma de temperatura y deben desinfectarse las manos con gel.
El alivio a las medidas de confinamiento en el viejo continente también ha permitido la reapertura de museos.
En Berlín, cuatro museos y una exposición especial reabrieron la semana pasada y tuvieron unos 10 000 visitantes, cerca del 43 % que la misma semana del año anterior.
En Italia, el epicentro de la pandemia en Europa, la Villa Borghese y los Museos Capitolinos, que albergan pinturas de Caravaggio y esculturas de Bernini, ya reciben al público, pero todavía no hay una fecha de reapertura para las mayores atracciones culturales de Italia, incluyendo el Uffizi en Florencia o el Coliseo romano.
La misma incertidumbre ocurre en Francia, donde los museos más populares, como el Louvre, el museo más visitado del mundo, y el Centro Pompidou siguen cerrados pese a que las restricciones en el país comenzaron a relajarse desde el 11 de mayo.
Para respetar las medidas de seguridad y el distanciamiento social, los visitantes tienen que comprar boletos para un horario específico, lo que limita el número de personas en el museo y dificulta las visitas.
La Unesco y el Consejo Internacional de Museos (ICOM) afirman en un último informe que cerca del “13 % de los museos alrededor del mundo no podrán abrir de nuevo cuando se supere la pandemia”.
El turismo es para Grecia una de sus principales fuentes de ingresos.