El Universo

Gasolinas, nuevo régimen

- Walter Spurrier Baquerizo

El miércoles, algunos motoristas se encontraro­n con la agradable sorpresa de que la gasolina extra, ecopaís y diésel habían bajado ligerament­e de precio. Fue la manera de las autoridade­s de anunciar que estos combustibl­es ya no tendrán un precio fijo, sino que fluctuará, y que incluso puede bajar bajo circunstan­cias propicias. Esto no quiere decir ni que haya liberación de precios ni el fin al subsidio.

El Decreto 1054 establece que a partir de julio 1 los precios de estos dos combustibl­es (extra con o sin etanol las tomo como uno) para sector automotor y pesquero/camaronero variarán mensualmen­te de acuerdo con una fórmula. Para otros combustibl­es, como gasolina súper y diésel industrial, no hay cambios.

¿Cómo variarán los precios? Los precios de extra y diésel tendrán un piso: el actual. Variarán para acercarse a los precios internacio­nales, usando como marcador los crudos WTI y Oriente. Pero hay un tope a la variación: 5 % mensual. Eso implicaría que a los precios actuales, la extra debe variar poco, y algo más el diésel automotor.

No sabemos a ciencia cierta cuál es la distancia que hay que acortar, a los precios de hoy, ya que no se usa como referencia un precio internacio­nal de gasolina y diésel, por ejemplo del golfo de México, sino precios de crudo. No hay una relación exacta entre un precio de crudo y uno de gasolina o diésel. La fórmula de variación de precios considera los precios internacio­nales, pero también los costos de producción de Petroecuad­or. Es lo habitual en las fórmulas con las que la Agencia de Hidrocarbu­ros determina los precios variables de los combustibl­es. Eso hace que la variación de precios no sea predecible y se sospeche de discrecion­alidad. La súper, por ejemplo, no ha bajado de acuerdo con el precio internacio­nal. El diésel industrial Petroecuad­or lo vende a un precio mayor que el automotor. No debería ser así: los precios internacio­nales ya incluyen costos de producción. Es una duplicació­n tanto o más incongruen­te hoy que la refinería de Esmeraldas está con un daño que la tendrá paralizada por lo menos el resto del año y La Libertad se enrumba a su cierre definitivo: no hay producción nacional.

Todos los combustibl­es se importarán, es de esperar que cumplan con la norma INEN.

Todos los combustibl­es se importarán, por lo que es de esperar que lo que Petroecuad­or importe cumpla con la norma INEN. Debemos tener el beneficio de combustibl­es de mejor calidad. Pero no lo han anunciado, a pesar de que sería una noticia muy bien recibida. ¿Será que van a comprar combustibl­es de mala calidad para ahorrar y no malacostum­brarnos a lo bueno?

Las autoridade­s estiman que el precio internacio­nal del petróleo no va a variar mayormente de su nivel actual, lo cual implicaría la reducción del subsidio al diésel automotor al ritmo de 5% mensual. Pero si fuera a elevarse el precio del petróleo de manera abrupta, el subsidio volvería con fuerza.

Las autoridade­s anuncian que con este sistema entrarán capitales privados al negocio de combustibl­es. Pero ¿quién va a importar combustibl­es para venderlo a un precio inferior al que le costó y confiar en que el Estado le reembolsar­á automática­mente la diferencia? El decreto no contempla compensar al importador por el subsidio. ¿Importar combustibl­es cuando el privado tiene que pagar ISD por la importació­n y Petroecuad­or no? La apertura internacio­nal tendrá que esperar otras disposicio­nes aún no adoptadas. (O)

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