Para ellos sí hay carné
Habiéndome jubilado del magisterio en el año 2009 no me depositan hasta hoy el dinero completo de la jubilación. Por dicho motivo, unos tres años atrás me acerqué a un distrito del Ministerio de Salud de un cantón vecino para ver si era factible obtener el carné de discapacidad funcional, por un accidente de tránsito que me produjo una fractura en la cadera izquierda, por lo cual me apoyo en un bastón para caminar con dificultad.
La atención fue amable, pero me narraron una de esas películas antiguas de ‘16 episodios y 31 rollos’: tenía que hacer diligencias, largas caminatas, pedían exámenes, un montón de papeles. Me explicaron al final que no me podían otorgar el carné de discapacidad porque fui caminando por mis propios medios y no estaba impedido. Ante tan lúgubre explicación me imaginé que tenía que ir en silla de ruedas o quizás ya en el ‘estuche’ para obtener el tan difícil documento.
Pero pasa el tiempo y ¡oh sorpresa!, cómo hemos progresado en el Ministerio de Salud, ahora hay especialistas que otorgan el carné y entre sus clientes se encuentran algunos asambleístas (no todos) diagnosticados como minusválidos; ahí sí los colegas no se equivocaron porque ciertas autoridades legislativas adolecen de minusvalidez, pero no física sino moral y ética, ya que con el carné, según la prensa respetable, obtuvieron prebendas económicas perjudicando al fisco; y estos discapacitados son los que dirigen el destino de mi patria. (O) José Luis González Williams, doctor en
Pediatría, Guayaquil