Prebióticos y probióticos, alimentos estratégicos para el sistema inmune
La cuarentena puede ser una época de desorden alimentario para muchos. Especialistas aconsejan fijarse en esta clase de alimentos para elevar defensas.
La cuarentena ha mantenido a gran parte de la población mundial en casa. Durante ese tiempo, para muchos, el seguimiento de una dieta estricta y balanceada no ha formado parte de su día a día y el consumo de alimentos altos en grasas o en horas no recomendables por especialistas ha sido su realidad. Si seguimos el dicho eres lo que comes, ¿realmente nos estamos alimentando adecuadamente?
Mantener el sistema inmune activo cobra mayor importan
Sirven como protectores contra las infecciones y desórdenes intestinales.
cia en medio de la crisis sanitaria mundial y una dieta con probióticos y prebióticos es la aliada para fortalecer esta inmunidad. “Los probióticos o microbiota son bacterias que están en nuestro organismo, las funciones que cumplen dentro del mismo nos ayudan a mejorar nuestra inmunidad y digestión; por otro lado, los prebióticos son azúcares que se ingieren, necesarios para que los probióticos puedan cumplir sus funciones”, expone Gregory Celis, director médico de Laboratorios Bagó.
¿Cómo se diferencian?
Celis explica que los probióticos son microorganismos vivos que ayudan a nuestro organismo. Una de sus funciones principales es reforzar el sistema inmunológico de forma directa. Pueden ingerirse a través de algunos alimentos o mediante suplementos que restablecen la flora intestinal en calidad y cantidad exactas, estimulando al sistema inmune su capacidad de defensa necesaria ante amenazas de virus o bacterias dañinas.
En cambio, añade, los prebióticos son azúcares que sirven como alimento para los probióticos. Según la Organización Mundial de la Salud son ingredientes no digeribles por el ser humano que favorecen el crecimiento de bacterias beneficiosas para el organismo.
Los beneficios
De acuerdo con Gabriela Cucalón, nutricionista clínica certificada en abordaje no dieta, “los probióticos son sustancias que vienen en ciertos alimentos y que proveen materia viva al intestino y los prebióticos, en cambio, que vienen de ciertos tipos de carbohidratos, mayormente conocidos como fibra, son sustancias que no pueden digerir nuestro cuerpo y entonces ayudan a que nuestro intestino esté en una mejor homeostasis o balance en términos de bacterias”. Cucalón detalla que ayudan también a las personas que sufren de intestino irritable, disminuyen los gases, constipación (estreñimiento), inflamación de manera general, afectación por Helicobacter pylori que puede causar úlceras y gastritis; y en el
Los probióticos cumplen funciones de estabilización en la mucosa intestinal.
peso. “Se ha visto que hay personas que tienen una microbiota distinta si es que tienen exceso de peso frente a otra que tiene un peso normal. En casos de depresión, ansiedad, también se estudia bastante la influencia de estos compuestos, presión arterial, niveles de colesterol y el sistema inmune también es modulado directamente por cómo están nuestras bacterias a nivel del intestino, que a la final los probióticos y prebióticos pueden ayudarnos a mantenerlos de una manera óptima para gozar de salud”, agrega. Celis sostiene que los probióticos generan reacciones en los glóbulos blancos, los hacen hiperactivos y se vuelven más fuertes para defender al cuerpo en caso de que agentes patógenos lleguen a las vías respiratorias. También recalca que está demostrado que un correcto equilibrio de la microbiota (probióticos) a nivel intestinal se relaciona directamente con un buen estado de salud; cuando ese equilibrio se pierde pueden presentarse enfermedades como la diabetes.
“Es importante recordar que la diabetes es una alteración del metabolismo, proceso en el que los alimentos se convierten en energía y mediante el consumo de probióticos se puede prevenir este desorden”, advierte. Los prebióticos se encuentran en vegetales, frutas, granos. En cambio, los probióticos están presentes en alimentos como el yogur. “Hay suplementos que también son buenos para proveer la cantidad de bacterias buenas para nuestro organismo, otra opción son los fermentados”, aconseja la especialista. (F)