¡Alto a contaminación ambiental en Charapotó!
¿Quién sanciona la contaminación? ¿Qué planeta dejamos a nuestros hijos?
Hace pocos días después de muchos meses de estar impedido de viajar por la pandemia del COVID-19, regresé a mi añorado terruño en la campiña manabita, la histórica y centenaria parroquia Charapotó, conocida por su producción agrícola como Granero Granero manabita, manabita, destacando sus cultivo de arroz y de productos de ciclo corto. En el trayecto del viaje desde Guayaquil pasé por las ciudades y pueblos de Nobol, Lomas de Sargentillo, Pedro Carbo, Cascol, Jipijapa y Rocafuerte... Ya estando en el lugar, para recordar mi niñez en el valle junto a dos ríos cercanos: Viejo y Bachillero, que a poca distancia desembocan en el Pacífico, decidí caminar y adentrarme en los sembríos de arroz y predios llenos de árboles de mango, tamarindo y guayaba, que un día fueron parte de mi infancia; pero mi sorpresa, impotencia e indignación fue tan grande al percatarme de la cantidad de envases plásticos y fundas, y desperdicios relacionados con el uso de agroquímicos y pesticidas esparcidos por las laderas de los ríos. Enseguida recordé aquel tiempo que junto a mis hermanos, primos y amigos jugábamos en esos ríos, hacíamos pesca con bajío y compartíamos los frutos que tomábamos de los árboles sin ningún temor; ahora esos predios están llenos de envases y desechos de productos químicos que están dejando, según dicen moradores, estéril la tierra, y los ríos tienen un color oscuro, pestilente y ya quedan pocos peces. Al preguntar a un campesino del sector por qué toda esa contaminación y destrucción, cuando en mi época de niñez la tierra se la abonaba por ejemplo con estiércol del ganado de la zona, simplemente me dijo es que nadie controla. ¿Quién sanciona?... ¿Qué planeta estamos dejando a nuestros hijos y futuras generaciones? Ya basta de tanto daño causado a la naturaleza. (O) Walter Suárez Farías, abogado, Guayaquil