Crecen exportaciones privadas
Walter Spurrier Baquerizo
En octubre las exportaciones no petroleras, en $ 1.351 millones, son el triple que las petroleras, en $ 448 millones. Si a las petroleras les restamos los combustibles importados para el mercado interno, las exportaciones netas de hidrocarburos son de solo $ 234 millones, menos que camarón y menos que banano. El petróleo ha dejado de ser el pilar de la balanza comercial.
Las exportaciones no petroleras incluso superan a las importaciones no petroleras, que fueron de $ 1.263 millones.
El país necesita un influjo neto de divisas para crecer. La manera de hacerlo es atrayendo inversión y aumentando las exportaciones y no con endeudamiento externo.
Por el futuro previsible, ese aumento de las exportaciones vendrá de los sectores en que tenemos ventajas comparativas. Fue un costoso sueño de opio del gobierno anterior que en Yachay Tesla fabrique carros eléctricos. Hasta que Ecuador no alcance un mayor nivel de desarrollo, con una población con educación y capacitación de nivel mundial, y con excelente infraestructura en particular conectividad, no podremos graduarnos a exportaciones más complejas.
No hay conciencia nacional, ni siquiera la tienen algunos candidatos presidenciales, que el país para salir de su estancamiento necesita aumentar sus exportaciones. La emisión de una moneda paralela y repartir plata como boletas de circo mientras se impide la salida de divisas, como propone uno de los más opcionados, traerá caos y sepultará la dolarización.
Hay dos fuentes para incrementar rápidamente las exportaciones. Una es petróleo y minería. En octubre, las dos minas de reciente operación, una
Las exportaciones netas de hidrocarburos son de solo $ 234 millones, menos que camarón y que banano.
de oro y otra de cobre, aumentaron las exportaciones de metales en $ 120 millones en base interanual. Es asunto de permitir la inversión privada y ello aumentará la inversión en minería (vienen dólares para mover la economía), seguida de exportaciones e ingresos fiscales. Ecuador tiene la normativa tributaria y ambiental adecuada para encarrilar ese proceso.
El petróleo está decaído por la falta de inversión: Rafael Correa marginó a la inversión privada, ahora todo es inversión pública, y el fisco, en soletas, no permite a Petroecuador quedarse con parte de los ingresos para invertir. Cuando se inició el gobierno Moreno la producción estaba en 533.000 barriles diarios y el ministro de Energía Pérez García se puso la meta de que el Gobierno la eleve a 700.000. Pero la producción baja en lugar de aumentar, está en 507.000. Los 700.000 son perfectamente posibles, y podría ser más.
En cuanto a la agroindustria, hay una corriente de opinión, que se refleja en las leyes, que la agricultura es una actividad social más que económica. Que se debe priorizar la producción con métodos asociativos preindustriales, no empresariales, y para cultivar lo que comemos, aunque cuando el producto sea más caro que el importado; desechar la agroindustria de exportación. Eso es factible si queremos volver a vivir en condiciones preindustriales. Dar la espalda al mundo.
La FAO emitió un informe señalando que con los incentivos adecuados, Colombia puede convertirse en un gigante de la agroexportación. Lo mismo podría decirse de Ecuador.
El Ecuador tiene el potencial de mantener un ritmo sostenido de crecimiento. Todo lo que necesitamos son ideas claras y arrimar el hombro. (O)