Portar armas
Difícilmente habrá acuerdo respecto del portar y de la tenencia de armas entre los ciudadanos. Las opiniones están divididas y se esgrimen razones. En lo que sí hay coincidencia es que todos los días la población es víctima de asaltos, secuestros, violaciones, femicidios, sicariato y otros delitos, cometidos por delincuentes que usan armas de todo calibre; que saben que las víctimas no están armadas; y si son atrapados sus juzgadores pronto los pondrán libres y volverán a sus andanzas criminales. Los que se oponen a la reforma de la ley de tenencia de armas afirman que si se permite se producirá un peligroso uso y podrían saldarse cuentas entre enemigos; promovería la formación de grupos paramilitares o de ‘autodefensa’ e inclusive las bandas delictivas accederían al permiso, lo cual agravaría la administración de justicia. Los que están a favor de la modificación de la ley, por su parte, recuerdan que la violencia crece y golpea con más fuerza cada día; sin embargo, los derechos de las personas son conculcados, sus vidas y bienes están en peligro y, por lo mismo, un mecanismo para protegerse sería autorizar armas dentro de lo establecido por la ley, dejando saber al delincuente que sus derechos serán defendidos por mano propia. El tiempo definirá lo que más convenga. Hasta tanto, el policía que dispara es enjuiciado, y el delincuente es rápidamente liberado, los derechos humanos salen en contra de las víctimas, los Gobiernos ‘sigloveintiuneros’ arman fuertemente a sus seguidores, los criminales matan, roban, violan, secuestra, y los ciudadanos desprotegidos y rezando. ¿Sí o no? (O) Jorge A. Gallardo Moscoso, licenciado en Comunicación, avenida Samborondón