Documental con sello local, en Berlinale
Alexandra Cuesta detalla la presentación virtual ante unas 200 personas.
Considera al cine como esa herramienta que le permite conocer nuevos lugares e historias de una manera más profunda, algo que ahora persigue con su segundo largometraje El movimiento de las cosas, proyecto documental con el que la artista visual y cineasta Alexandra Cuesta participa en el Doc Station Project Lab de Berlinale Talents, espacio que forma parte del Festival Internacional de Berlín (Berlinale).
Su proyecto fue uno de los diez seleccionados mundialmente para participar de este laboratorio, y compartir durante toda la semana sus guiones documentales con una lista de consultores cinematográficos de renombre internacional.
“No sabes qué conexiones puede haber porque obviamente buscas colaboraciones estratégicas con producciones, con gente que esté interesada en el proyecto”, dice la ecuatoriana.
Cuesta demuestra estar feliz de ser parte de este espacio, aunque en una época sin pandemia por el COVID-19 hubiese sido de manera presencial.
Cuenta que la presentación la realizó ayer mediante videoconferencia ante un aproximado de 200 asistentes virtuales.
Un pueblo que desaparece
El movimiento de las cosas se encuentra en producción y será filmado en Susudel, una parroquia de la provincia del Azuay, que en el 2013 fue declarado Patrimonio del Estado.
“Es un retrato poético sobre este pueblo pequeño, que tiene muchos cambios y que está en peligro de desaparecer, porque hay todo este fenómeno de la agricultura y la mayoría de esta gente son personas mayores, ya que todos los jóvenes emigran a las ciudades o a otros países; entonces, estos pueblitos quedan habitados por personas mayores que van muriendo y el pueblo va desapareciendo”, narra Cuesta.
La cineasta, quien por años se ha manejado en la línea experimental y vanguardista, retrata este lugar de la Sierra a través de su paisaje y la voz de dos personajes: Luz, una adulta mayor que trabaja en el campo, y Nathaly, una joven que planea irse a la ciudad.
“Es como un doble retrato de estas dos vidas que se mueven hacia diferentes lugares”, expresa sobre la cinta que explora los sueños, las memorias e historias de las personas.
Es por eso la razón de su nombre El movimiento de las cosas (ahora provisional, ya que puede modificarse en el futuro), que según explica, hace referencia a los cambios en el tiempo. “Cómo un tipo de vida desaparece y empieza otro tipo de vida y de existencia”.
Sobre la cineasta
Cuesta nació en Cuenca, pero nunca vivió ahí. Su vida se ha dividido entre Estados Unidos y Ecuador. Pero dice que su relación con su familia en Cuenca mantiene viva esa conexión con esa ciudad y Azuay. Tiene unos 15 años haciendo cine. (E)