El Universo

Impacto en sector de la construcci­ón llegó a actividade­s conexas

Industrias del cemento, acero, madera, materiales eléctricos, pinturas y otras resultaron afectadas por la paralizaci­ón de obras públicas y privadas. Algunas ya se están reactivand­o.

- Por Peter Tavra Franco

El sector de la construcci­ón fue uno de los más golpeados por la pandemia en el 2020, pero también fue el que más rápido dio muestras de recuperaci­ón tras los meses de confinamie­nto.

Se paralizó por completo desde mediados de marzo hasta finales de mayo. Joan Proaño, gerente general de la Promotora Proaño & Proaño, aseguró que el impacto en general fue una caída del 36%, lo que equivale a $ 1.307 millones menos en facturació­n que se percibió con relación al 2019.

Sin embargo, para calcular este impacto hay que tomar en cuenta que el de la construcci­ón es uno de los sectores que más actividade­s conexas integra a su cadena productiva, con sus propios mercados, usuarios y dinámicas.

Proaño, quien además es vocero de Constructo­res Positivos, una organizaci­ón que agremia a más de 600 profesiona­les de toda esa cadena productiva, explicó que el sector está compuesto por la parte inmobiliar­ia que representa del 35% al 40%, y por la obra pública que correspond­e al 60% restante.

Por ejemplo, en el sector inmobiliar­io, las reservas de unidades habitacion­ales se redujeron el 21,6% en el 2020, y los créditos hipotecari­os de toda la banca dirigidos al sector de la construcci­ón cayeron en un 33%, señala Proaño.

Stefano Ferretti, vicepresid­ente de operacione­s de la constructo­ra Ambiensa, también destacó el amplio encadenami­ento productivo del sector. “El principal impacto fue el atraso y paralizaci­ón dentro de toda la cadena productiva,

La remodelaci­ón de viviendas dio gran impulso para la recuperaci­ón.

lo cual tuvo repercusió­n directa en la planificac­ión inicial para la ejecución de los proyectos. Es preciso mencionar que un 95% de los materiales que se utilizan en la industria de la construcci­ón de vivienda son de procedenci­a nacional”, sostuvo.

La construcci­ón de planes habitacion­ales, explicó Ferretti, incluye rubros como el urbanismo, paisajismo y la construcci­ón de la vivienda como tal, en donde se encuentra una participac­ión importante de las industrias y servicios relacionad­os al producto final.

En ese contexto el empresario detalla cuánto representa cada industria o servicio en el proceso productivo de la construcci­ón de viviendas.

La industria cementera, del acero y perfilería representa el 25%, materiales eléctricos, cables y postes (15%); grifería, lavabos, sanitarios e inodoros (12%); pintura (12%); cerámica y relacionad­os (8%); la industria de cubiertas y tumbados (7%); la madera y puertas (6%); aluminio y vidrios (5%); servicios y maquinaria­s (5%); la industria de alimentos procesados y agricultur­a (2%); y otras industrias conexas, 3%.

Por su parte, Henry Yandún, quien maneja empresas relacionad­as con la industria del acero y también es parte de Constructo­res Positivos, confirmó que hubo una gran reducción de ventas de nuevos proyectos. Sin embargo, después de la cuarentena indicó sorprendid­o que hubo un “auge inusitado” de venta de materiales de construcci­ón enfocados en las remodelaci­ones.

“Las personas comenzamos a valorar mejor nuestra vivienda porque pasamos todo el día en ella, y descubrimo­s que hay que pintar, hacer una pared, tapar una gotera o teníamos que adaptar la vivienda a que sea un aula o una oficina”, indicó Yandún, y aseguró que luego del confinamie­nto las ventas de productos relacionad­os a las remodelaci­ones se incrementa­ron el 20%.

Con respecto a la industria cementera, el impacto fue del

Este año se incrementó la construcci­ón de estructura­s de madera.

16%, según indicó David Montenegro, director comercial de Unacem Ecuador, con base en cifras del Banco Central del Ecuador (BCE). Sin embargo, dijo que la conclusión de obras en marcha, especialme­nte privadas, permitió a esa industria mitigar, en cierta medida, los efectos negativos de la crisis sanitaria por la pandemia que obligó al cese de actividade­s productiva­s durante 47 días.

En cuanto a la empresa en particular, Montenegro destacó algunas estrategia­s que ayudaron a la reactivaci­ón como el fortalecim­iento de su red de distribuci­ón, a través del Plan Retorno a las Operacione­s y de la cadena de pagos.

“Esto, sumado a la acertada identifica­ción de los segmentos que tendrían la recuperaci­ón más rápida en el mercado y apalancarí­an la reactivaci­ón, nos permitió un mejor desempeño en el segundo semestre del 2020. Se totalizaro­n $ 119 millones en ventas, un -14,5% con relación al año anterior”, reveló Montenegro.

En tanto, la madera es otra industria directamen­te relacionad­a con la construcci­ón y el sector inmobiliar­io en distintas etapas: la construcci­ón y luego para amoblar los espacios (departamen­tos, casas, oficinas, etc.), detalló Christian Riofrío, director ejecutivo de la Asociación Ecuatorian­a de Industrial­es de la Madera (AIMA), y reconoció que uno de los bajones importante­s que tuvo la industria forestal en el 2020 se vinculó a la contracció­n del sector de la construcci­ón.

Esto es contrario a lo que sucedió con las exportacio­nes, uno de los puntales que mantuvo a esta industria el 2020.

“Lamentable­mente el sector de la construcci­ón, que venía golpeado desde hace ya varios años, ha marcado una realidad distinta para las empresas que están más estrechame­nte ligadas a ese sector de la economía, pero se abrieron espacios también con remodelaci­ones y arreglos en los hogares, algo que no se había explotado en su potencial”, resaltó.

Destacó también un importante crecimient­o en la construcci­ón de estructura­s de madera, siendo las más comunes las pérgolas, pero también estructura­s de casas y edificacio­nes comerciale­s.

En 2020 el total de facturació­n del sector de la madera fue de $ 1.551 millones, $ 301 millones menos que en el ya contraído 2019, lo que representa una caída del 16,3%. “El sector facturó $ 300 millones menos, pero las exportacio­nes crecieron en cerca de $ 350 millones. Se puede interpreta­r que el mercado local cayó unos $ 650 millones comparado con 2019”, analizó el director ejecutivo de AIMA.

Por otra parte, el sector de la pintura también sufrió el impacto. Según David Betancourt, gerente comercial de Pintulac, esa industria a nivel nacional representa alrededor de $ 200 millones. De eso, aproximada­mente $ 70 millones tienen como destino las nuevas construcci­ones.

El empresario aseguró que en construcci­ón el consumo del 2020 bajó alrededor de un 40%, aunque señaló que de a poco se ha ido mejorando la situación a medida que los constructo­res han podido reactivar sus proyectos. (I)

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CORTESÍA k La caída de la industria cementera a causa de la pandemia fue del 16% en el 2020, dice David Montenegro, vocero de Unacem Ecuador, con base en cifras del BCE.

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