Recorrer nuevo camino
Con el nuevo presidente elegido, Ecuador tiene otro camino que recorrer. Este camino sigue siendo como siempre largo y duro empezando por educar con valores a los ciudadanos, y por combatir la corrupción, lo cual es un trabajo muy difícil, pero necesario e imprescindible. El nuevo presidente esté consciente de que los males del país empiezan justamente por la podrida corrupción. Sí, la corrupción ha sido a lo largo de la historia desde Grecia y luego en el Imperio Romano, uno de los grandes males a los que han tenido que hacer frente las diferentes naciones, y en las últimas décadas los países latinoamericanos aún más. Esperemos que el presidente electo se asesore bien, forme un equipo de gente honrada y capaz que gobierne para el bien común y con mucha atención a los más necesitados. Suerte y buena cabeza al presidente. (O) Pedro Javier Triviño Rodríguez, biólogo, Barcelona, España
Dineros del Estado
La Contraloría General del Estado es un ente técnico encargado del control de la utilización de los recursos estatales, pero a pesar de que este mal viene de vieja data, recién parecería que caen en cuenta autoridades (llámense Fiscalía General del Estado), que ‘doña corrupción’ está sembrada en este organismo de control. Podemos ver y leer otro caso donde supuestamente, unos, se han dedicado a desvanecer glosas emitidas por ellos mismos, cuando la Ley Orgánica de la Contraloría General del Estado, artículo 53, dice que cuando se establezca responsabilidad culposa de perjuicio económico al Estado, deberá ser notificada a la o las personas implicadas y se les concederá un plazo de 60 días para que contesten y presenten pruebas; expirado el plazo, el ente emitirá la resolución y mediante órdenes de reintegro, concediéndoles un plazo improrrogable de 90 días, pudiendo los encausados en este plazo presentar la reconsideración de la resolución, para lo cual deben expresar por escrito los fundamentos de hecho y derecho, y de ser el caso adjuntar pruebas; para lo cual la Contraloría dentro de un plazo de 30 días deberá emitir la resolución definitiva y solo podrá ser impugnada ante el Tribunal Contencioso Administrativo. Pero vemos que ciertos funcionarios se dedicaron presuntamente a desvanecer glosas sin que por medio haya pruebas de descargos, pero sí coimas, olvidando sus responsabilidades y el Código de Ética de la Contraloría, donde entre otras promesas está el respeto a su comportamiento como servidor de la institución, además de promover la cultura ética institucional. Y por haberse violado los artículos 65, 68 y 73 de la Locge, solicito al señor presidente electo de la República que se nombre una comisión de alto conocimiento en control de cuentas y moral y ética, para que se revisen todas las glosas desvanecidas desde el año 2007 hasta la actualidad, y de ser el caso de no haber tenido el proceso del derecho a la defensa y presentado pruebas de descargos de acuerdo con los artículos 79 y 93 de la Locge, sean activadas y declaradas como resoluciones ejecutoriadas y continuar con el cobro de los títulos de créditos por vía judicial. (O) Francisco René Alcívar Villegas, contador, Daule
Vendrá días mejores
Después del 11 de abril estamos llenos de esperanza de que vendrán días mejores para nuestro querido Ecuador. Pero no tiene que ser solo tarea del señor Guillermo Lasso Mendoza, recién elegido presidente de nuestra amada República, todos debemos arrimar el hombro sin importar oficio, empleo, profesión o edad que tengamos. ¡No lo podemos dejar solo! ¡Hay tanto que hacer en nuestro Ecuador... Imposible hacerlo en un tiempo corto! El trabajo va a ser tenaz, la lucha diaria, pero confiamos en Dios que sí vamos a salir victoriosos, miremos el ejemplo que nos dieron nuestros patriotas para darnos nuestra libertad, esa que nunca la podemos perder... Esperamos que el presidente se rodee de gente proba, leal, dispuesta a trabajar por amor, que sí hay en nuestro país..., y vale la pena llamarlas... Tengamos presente aquella frase famosa del presidente de los Estados Unidos, John F. Kennedy: “No te preguntes qué puede hacer tu país por ti, pregúntate qué puedes hacer tú por tu país”. (O) Elvira Gabriela Morla Larrea, abogada, Guayaquil
Para marzo me anotaron, he ido y no me vacunan
Sí, esto parece un baile. El merengue tiene su ritmo, pero el ‘baile de la vacunación’ contra el coronavirus, no lo tiene. Me inscribí en el plan para que me vacunaran, supuestamente el día miércoles 3 de marzo de 2021, pero hasta la presente fecha no he recibido ninguna llamada; cuando yo lo he hecho al número telefónico 171-5, me dicen: “Espere que la llamen..., usted ya está agendada”. Aquí estoy, sentada, obedientemente. No sé si espero al próximo año o que me dé el COVID-19. Nací el 31 de julio de 1940, no pongo mi edad para que la calculen bien. Conozco personas que tienen menos de 70 años y ya las vacunaron, a algunas hasta dos veces (las dos dosis), creo que no tuvieron palanca, pero sí han tenido suerte. ¡Estoy en mis derechos de ser vacunada por la edad!
Me vacunarían el 3 de marzo. Llamo al 1715, dicen, espere; voy donde vacunan, me retiran.
He hecho dos intentos para que me reciban en el plan de la vacunación; algunas personas pasaron de agache; sin embargo, me encontré en el sitio de la vacunación a una señora que se había ‘comido un tigre’ y me regresó a mi casa. El jueves 15 de abril me avisaron que estaban vacunando sin cita a los de la tercera edad, me alisté, corté la manga de una blusa porque ya no me pongo mangas cortas, y para hacerles fácil la tarea de pincharme el brazo. De pronto, a unas personas las regresaron a las casas porque no tenían la cita. Así que me quedé con la blusa cortada esperando algo, no sé por dónde... Creo que me voy a poner a bailar merengue, con ritmo, pero no este vaivén que nos hacen vivir a los ecuatorianos ancianos, muchos que tenemos nuestras facultades mentales mejor que las de ciertos encargados del desorden del otro merengue. ¡Salud a todos! (O) Margarita Cecilia Barriga Pino de Baquerizo, escritora de cuentos infantiles, Guayaquil Cargos diplomáticos Acogemos la elección del señor Guillermo Lasso como presidente del Ecuador y le hacemos la sugerencia de que destierre la expresión ‘diplomáticos de carrera’, cuando lo legítimo es denominarlos legalmente: diplomáticos de escuela. Por tanto, el próximo ministro de Relaciones Exteriores debe ser un doctor o máster en diplomacia, graduado en uno de los institutos de Derecho Internacional de las universidades de Guayaquil y Central de Quito, e instituir dicha disciplina como obligatoria. Entre más de mil puestos diplomáticos hay muchos empíricos no graduados en esta materia, no los ponen por sus títulos sino por familiaridad o amistad. Deberá el nuevo presidente autorizar el funcionamiento de los institutos que fueron cerrados por Correa, y abrir la puerta de la seguridad del Ecuador como Estado; refundar la Cancillería con los profesionales graduados en Quito y Guayaquil. Desterraron a verdaderos diplomáticos ciertos empíricos ‘dueños’ de la Cancilllería. (O) Abel Molina Orellana, máster en Diplomacia, Guayaquil
Nos toca apoyar gestión
Grande es la responsabilidad de Guillermo Lasso con su triunfo de la Presidencia de la República del Ecuador. En resumen, sus votos de base con que alcanzó la segunda vuelta fueron 15% propios, más 5% de anticorreístas. El 32% adicional para obtener la victoria lo apreciamos así: con el aporte de votos de buena parte de la Izquierda Democrática, de otros candidatos de la primera vuelta, y de indígenas, entre otros; votos de los que repudiaron el autoritarismo, la prepotencia y sobre todo la desbocada corrupción. Muchos de este 32% que significó la remontada, no compaginan con posturas conservadoras, pero se arriesgaron frente al peligro de que triunfara Correa y se perdiera la libertad reinstalando un gobierno ‘socialistoide’ para perennizarse en el poder. Por ello Guillermo Lasso, hombre honesto, luchador e inteligente, sabe lo que debe hacer, seguramente un gobierno de amplio espectro político con el aporte de todos los sectores que lo apoyan, adoptando opciones gubernamentales de centro que propicien las más caras reivindicaciones sociales; volcarse a posibilitar, según su ofrecimiento, el financiamiento productivo agropecuario y campesino, reivindicando a la población rural, obteniendo plazas de trabajo e incrementando la exportación de muchos productos, entre otros aspectos. Estoy seguro de que conoce lo que debe hacer para reiniciar la recuperación económica..., es una tarea titánica por la situación catastrófica en la que nos encontramos, agravada por la pandemia. El 53% de los votantes de este victorioso y hermoso país cree que él puede hacer un buen gobierno con el apoyo de cada uno de los ciudadanos de bien. (O) Wilson Enrique Torres Espinosa, doctor en Jurisprudencia, Quito
Paren los apagones
Desde hace algunos meses en el norte de Guayaquil hay apagones varias veces a la semana y perjudican el funcionamiento de electrodomésticos como refrigeradoras y aires acondicionados, ocasionando gastos económicos en su reparación. La Defensoría del Pueblo debe pedir que se indemnice a los perjudicados. Reflexión: ¿qué autoridad controla y sanciona las fallas eléctricas en Guayaquil? (O) Ángel Calderón Mayorga, economista, Guayaquil
Reducción en riesgo país
Los resultados de la votación presidencial han generado confianza en el mercado (inversionistas) reflejada en una reducción importante en el riesgo país. El riesgo país (jpmorgan.com) depende de factores macroeconómicos como inestabilidad política, turbulencia económica, inseguridad jurídica, etc. Con la elección del nuevo presidente y los últimos acuerdos del Gobierno saliente con el FMI, el riesgo país se redujo de 1,169 (abril 9) a 824 (abril 12) puntos básicos (un punto básico es igual a la centésima parte de 1%, es decir, 0,01%). El rendimiento para el inversionista ahora es igual a la suma del riesgo país (824 puntos básicos) más 10-year treasury de 1,62% (bloomberg.com), o sea 9,86% versus 13,34% antes de la elección. Si se mantiene la confianza, la aplicación del programa del FMI y su financiamiento tendría escenario favorable y fortalecería la dolarización. (O) Nectario Rubén Mantilla Zambrano, Guayaquil