Una plataforma da seguimiento a actividades ilícitas detectadas en 26 áreas protegidas del país
Durante el 2021 se ejecutaron 897 rescates y decomisos de especies de fauna silvestre por parte del Ministerio del Ambiente. En el mundo se intensifica el tráfico de pangolines, aves, tortugas, tigres, osos y otras especies.
La Reserva Biológica El Cóndor y el Parque Nacional Yacuri son parte de las once áreas protegidas que se incluyeron durante el 2021 y 2022 en la plataforma Smart, usada para registrar actividades ilegales como la tala de árboles y el tráfico de vida silvestre en el país.
Estos controles desde hace más de un año también se extienden a las otras nueve áreas: Parque Nacional Podocarpus, Reserva Biológica Cerro Plateado, Área Protegida Autónoma Descentralizada Cordillera Oriental, Reserva Ecológica Cofán Bermejo, Área Ecológica La Bonita, Refugio de Vida Silvestre El Zarza, Reserva Biológica El Quimi, Reserva Ecológica Arenillas y Reserva Ecológica El Ángel.
Estas áreas protegidas se encuentran en provincias como Zamora Chinchipe, Carchi, El Oro, Loja, Sucumbíos y otras.
En total, Smart suman 26 áreas protegidas, según Diana Paredes, coordinadora de la estrategia de áreas protegidas en Wildlife Conservation Society (WCS) Ecuador, quien menciona que la herramienta es usada por guardaparques, técnicos y usuarios en general.
“Smart es una herramienta diseñada para fortalecer el control y vigilancia dentro y fuera de áreas protegidas. Esto permite tener información organizada, tener históricos de información para poder coordinar acciones con otras entidades
Hay 26 áreas protegidas en la plataforma Smart, entre reservas, refugios y otros.
de control y vigilancia, que son parte de los actores locales de las áreas protegidas. Se puede visualizar el esfuerzo de los guardaparques en el campo y planificar de mejor manera los recursos”, explica Paredes.
La plataforma fue desarrollada por WCS en 2011 en África por nueve organizaciones internacionales. A Ecuador llegó en 2014 y la ejecutaron primero con el Parque Nacional Yasuní. Después, con el Parque Nacional Antisana, Parque Nacional Llanganates, Parque Nacional Cajas, Reserva Ecológica Manglares Cayapas Mataje, Parque Nacional Cotacachi Cayapas, Reserva Marina Galeras San Francisco, Reserva Biológica Limoncocha, Reserva de Producción Faunística Chimborazo, Reserva de Producción Faunística Cuyabeno y Refugio de Vida Silvestre El Pambilar.
Ya en 2020 incorporaron cuatro áreas en la plataforma: Parque Nacional Cayambe-Coca, Parque Nacional Machalilla, Reserva Marina Cantagallo y Parque Nacional Sangay.
La información generada en Smart es realizada por el Ministerio del Ambiente, Agua y Transición Ecológica y WCS da asesoramiento sobre su uso.
Al momento han capacitado a 200 guardaparques dentro de las 26 áreas protegidas.
Los datos que se almacenan van enmarcados en el control y vigilancia de estas áreas, como la tala ilegal de árboles, tala selectiva, tráfico de vida silvestre y hasta cacería ilegal.
“También puede haber alertas iniciales para algunos temas que no los abordan directamente como áreas protegidas, pero sí están involucrados como la minería ilegal”, señala la coordinadora de estrategia en áreas protegidas.
Durante el 2021 se han ejecutado 897 rescates y decomisos de especies de fauna silvestre a nivel nacional por el
En el mundo, la amenaza del tráfico de especies sigue siendo significativa.
Ministerio del Ambiente, Agua y Transición Ecológica
A nivel mundial, la amenaza del tráfico de especies sigue siendo significativa, de acuerdo con el informe sobre los delitos contra la vida silvestre y los bosques 2020 presentado por las Oficinas de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC, sus siglas en inglés). Este documento destaca el tráfico de algunas especies como pangolines, aves, tortugas, tigres, osos y otras.
Además, menciona que cuando los animales salvajes son sustraídos de su hábitat natural aumenta el potencial de transmisión de enfermedades zoonóticas,
“Los crímenes contra la vida silvestre afectan a todos los países por sus repercusiones en la diversidad biológica, la salud humana, la seguridad y el desarrollo socioeconómico. Detener el tráfico de especies es un paso crucial, no solo para proteger la diversidad biológica y el Estado de Derecho, sino para ayudar a prevenir futuras emergencias de salud pública”, dice el informe.
Paredes indica que en Ecuador los patrullajes para detectar estas y otras actividades son a diario por parte de los guardaparques y esa información que levantan se visualiza en la plataforma Smart.
“Luego pasa ciertos niveles de gestión a superiores para tener una base de datos a nivel país”, agrega. (I)