Vendedores de almuerzos en Guayaquil le suben valor o ajustan sus ingredientes
Alto costo de ciertos productos como la zanahoria, yerbita y cebolla blanca obligan a tomar acciones.
María del Carmen, guayaquileña de 29 años, llevaba 25 almuerzos en una gaveta transparente. Seguía voceando: Venga, aproveche y coma a dólar, a dólar. Sin embargo, el martes pasado su menú cambió al de otros días, ya no utilizó zanahoria ni cebolla blanca ni yerbita, debido al alto costo de estos insumos por la especulación y complicaciones del ingreso al Mercado Montebello de Guayaquil.
Desde la semana pasada, empezaron a escasear y encarecer algunos productos de la Sierra debido a los primeros días de movilización por el paro, sin embargo ayer, según comerciantes y compradores, se llegó a los precios más altos como una libra de zanahoria que pasó de $ 0,50 a $ 1,50, y la yerbita que se comercializaba de $ 0,25 a un dólar.
“Tengo estofado de pollo y de carne, con papa y arveja, no con zanahoria. También tallarines con carne molida. Ahí tuve que ver qué se podía preparar para no usar esos ingredientes que están demasiado caros, yo no puedo subir mi almuerzo, si no, no me compran”, explicó la mujer, quien recorre el sector aledaño al mercado Central.
Ella comentó que otras conocidas suyas sí le subieron el precio de $ 1 a $ 1,25, porque ya no encontraron ingredientes baratos y era subir o no tener ganancia de sus ventas, al menos en estos días de protestas y especulación de precios.
“Sí, ellas se fueron al sector de la Bahía a ofrecer esos almuerzos, porque les tocó comprar con precio más alto ya que ayer se encareció más que el fin de semana; en cambio, yo ya tenía compras de la semana pasada y me tocó ajustarme, hay que trabajar porque si no qué”, comentó la mujer al recorrer la calle 10 de Agosto.
Otro panorama se visualizó en locales de comida en el mercado Caraguay. Allí comensales indicaron que el precio se mantenía, solo que en algunos les servían un poquito menos o ya no veían la zanahoria.
Por ejemplo, en el puesto de Isabel llegaron algunos de sus clientes y pagaron $ 6 por un
Otros vendedores no subieron los costos para no perder a sus clientes.
arroz marinero grande, ahí generalmente comparten para dos personas.
“Tenía unas zanahorias chiquitas de las compras de la semana anterior y esas se las eché porque yo no compré ahora, carísimo eso, me quitan mi ganancia porque yo no pienso subir ni un centavo, yo tengo mi clientela y me da miedo que se vayan si subo mucho el precio, hay que ajustarse”, dijo.
Ella dijo que también vendió la guatita y el seco de pollo a $ 3, mientras que los almuerzos a $ 3. “Acá sí se ha mantenido pese a que ya estaban caros algunos productos, sabemos que en otros puestos, en otros mercados sí ha subido, pero es difícil hacer eso, un riesgo muy grande, yo prefiero vender, asegurar”, comentó.
Y en el mercado Central el almuerzo sí se elevó de $ 2,75 a $ 3 debido al encarecimiento de los productos. Vendedoras comentaron que no han cambiado los menús, que incluyen ensaladas y que las verduras están caras. Por ejemplo, un arroz con ensalada rusa y pollo hornado, más la sopa y el jugo ahora vale $ 3.
Mientras tanto, otros comerciantes de venta de almuerzos y comida decidieron no trabajar en estos primeros días de la segunda semana de paro nacional. Sara, por ejemplo, contó que su restaurante lo tiene en el sector de Mapasingue y que este (el martes) es el segundo día que no trabaja por temor de contratiempos con los manifestantes, ya que están en la vía Daule, donde transitaron desde ayer estos grupos de protestas.
“Gracias a Dios tengo una ventaja, que este local y el negocio es de mis abuelos, no pago alquiler y ellos me designaron para que les ayude con esto, entonces por la seguridad de mis clientes y mía, yo preferí cerrar, porque vi ayer que sí pasaron por aquí por la vía a Daule los grupos de manifestación y no quiero tener riesgo de que causen algún daño material o físico”, señaló.
Comerciantes indicaron que esperan que pronto se regularicen los precios y vender a un valor más cómodo, ya que ellos tampoco quieren perder clientela y necesitan trabajar para sacar adelante a sus familias; por eso, pidieron acciones prontas para que las manifestaciones acaben y siga la distribución de alimentos. (I)