El turismo en Quito se esfumó y la capital ha perdido cerca de $ 7 millones
Las pérdidas totales no las maneja todavía el Municipio de Quito, pues cada vez aumentan las zonas afectadas. Pero uno de los puntos con mayor destrucción fue el parque El Ejido, en el centro.
Profundo silencio se sintió en el sector de La Mariscal en las primeras horas del día. Resultó raro, hasta ciertamente incómodo, después de los gritos, silbatos y estruendos (de bombas lacrimógenas, pirotecnia y explosivos) que primaron durante todo el martes pasado. Han pasado once días del paro nacional convocado por movimientos indígenas y campesinos; y, como producto de los últimos enfrentamientos, el centro norte de la capital está con señas de destrucción.
Las calles de La Mariscal que rodean la Casa de la Cultura Ecuatoriana y el parque El Arbolito tienen piedras, cartuchos de bombas lacrimógenas, marcas de ladrillo, árboles caídos y quemados, alambre de púas, grafitis y estructuras destruidas (veredas, infraestructura metálica y señalética).
Las pérdidas totales no las maneja todavía el Municipio de
Quito, pues cada vez aumentan las zonas afectadas. Sin embargo, informaron que uno de los puntos con mayor destrucción fue el parque El Ejido, en el centro norte. Ahí se han registrado árboles quemados y destrucción de lámparas, adoquinado, bancas, letreros informativos, tapas de sumideros, entre otros elementos.
Desde la dirigencia indígena señalaron que existieron infiltrados que promovieron la violencia y enfrentamientos.
El comandante de la Unidad de Mantenimiento del Orden (UMO), William Calle, indicó que el nivel de violencia es más alto que lo normal. Dijo que los manifestantes han tenido una preparación, porque manipulan explosivos y mantienen formaciones para enfrentamientos militares. “Eso no es normal; no se manifestaron de manera pacífica. Nosotros solo hemos respondido, no iniciado ataques”, agregó.
Según el Municipio, en nueve días de manifestaciones (del 13 al 21 de junio) el sector turístico tiene pérdidas cercanas a los $ 7 millones. El sector más afectado sería el de alimentos y bebidas, con un aproximado de $ 3,1 millones. La industria de eventos, recepciones y reuniones acumularía pérdidas de $ 1,7 millones. Los turoperadores, con pérdidas de $ 1,5 millones; y los lugares de alojamiento, con $ 441.000.
Los daños al centro histórico están estimados en $ 36.000.
En el sector de alimentos y bebidas se calcula que se han perdido $ 3,1 millones.
En los nueve días han reportado 321 cierres viales, 70 detenciones, 2 vehículos municipales destruidos y 1.019 metros cúbicos de escombros retirados de las calles.
El transporte municipal (Trolebús, Ecovía y alimentadores) fue suspendido por completo desde el martes. Cada día sin el servicio significa que no ingresa un promedio de $ 107.000 de recaudación a la Empresa Pública de Pasajeros. Además, hasta el lunes, los daños ascendieron a $ 6.000.
La estación de la Ecovía ubicada en la esquina de las avenidas 12 de Octubre y Veintimilla ha sido tomada por completo por los huelguistas, pues está cerca del punto de albergue de la Universidad Salesiana y en medio del escenario donde se han llevado los enfrentamientos más fuertes.
Los mercados de Solanda, Chiriyacu, Santa Clara, Calderón y Arenas están cerrados por falta de seguridad para los comerciantes y clientes. A esto se suma el mayor centro de recepción y distribución de la ciudad, el mercado mayorista, el cual acumula pérdidas cercanas a $ 500.000.
Los proyectos Casas Somos también fueron cerrados. Los 32 centros, ubicados en las zonas de Calderón, Quitumbe, La Mariscal, Tumbaco, Eugenio Espejo, Manuela Sáenz, Los Chillos, La Delicia y Eloy Alfaro, atendían a un aproximado de 6.000 talleristas.
Las calles quedaron tatuadas con el rastro de los pequeños incendios que iniciaron los manifestantes. Las vías de los extremos norte, sur de la capital y las parroquias rurales también han sido dañadas por la quema de llantas, destrucción de los bordillos e infraestructura vial, como los radares de velocidad de la Ruta Viva. (I)