Moradores de Urdesa central van a ayudar para habilitar la UPC
Habitantes denuncian que delincuentes esconden las armas con las que delinquen en las jardineras, en los medidores de agua o luz del sector y eso dificulta el trabajo de la Policía.
Quienes viven en Urdesa no solo cuentan historias de robos a locales comerciales, sino también de asaltos a peatones que circulan por las calles secundarias, de robos a conductores que permanecen estacionados en calles no muy transitadas, de estruches a casas y hasta de robo de mascotas.
Isabel Amado, colombiana que tiene 42 años viviendo en Urdesa central (a una cuadra de la Víctor Emilio Estrada), cuenta que un día que estaba con su familia en el portal de su vivienda, ubicada en uno de los callejones, llegaron varios hombres armados y a la fuerza los hicieron ingresar para desvalijarlos.
Se les llevaron todo. Pero no ha sido el único caso de asalto en el sitio. Una vecina de Isabel sostiene que a su hijo hasta le robaron la mascota un día que regresaba a casa.
Ocurrió en la calle Primera. Quienes viven en la zona cuentan que la situación ha empeorado a tal punto de que están todo el tiempo monitoreando las cámaras y comunicándose entre ellos a través de los chats comunitarios.
Los vecinos admiten que la pandemia los unió. Antes solo se saludaban y eran cordiales, pero la dificultad para proveerse cuando estábamos en cuarentena los volvió en unos vecinos más preocupados por la comunidad.
Cuando se trataba de normalizar las actividades y empezaron a salir nuevamente a la calle también su preocupación fue trabajar en la mayor seguridad del barrio.
Colocación de cámaras
En los dos últimos años, los habitantes de Urdesa han instalado
En el sector ya existen cámaras de vigilancia, y ni eso ahuyenta a los pillos.
cámaras y hasta una alarma comunitaria con un radio de acción de 500 metros y 15 dispositivos que lo activan en caso de que algún vecino del sector observe cualquier movimiento sospechoso.
“Tenemos 15 cámaras y nos quedamos cortos, aún tenemos puntos ciegos. Queremos ahora una cámara que identifique las placas de los carros, porque cada vez que llega un vehículo nuevo al sector le roban los espejos o el cerebro”, cuenta Jenny Ojeda, quien explica que se han reunido con la Policía asignada al sector para saber qué necesidad tienen los uniformados para hacer un mejor trabajo de vigilancia.
Para poder cumplir con la promesa de ayuda, se hizo una colecta visitando a cada una de las casas y con lo recaudado se compraron faros para las bicicletas de los policías que recorren las zona.
Cuentan que iluminan varias cuadras y que eso ha espantado un poco a los delincuentes que suelen andar deambulando.
Los vecinos explican que cuando han llamado a la Policía porque ven sujetos sospechosos, no se ha podido concretar la detención porque los supuestos ladrones no son hallados con armas.
Llegaron a determinar que eso ocurre porque las esconden en las jardineras y hasta en los medidores de agua y luz.
Además, varias veces se han encontrado armas cuando arreglan las plantas y narran que inmediatamente han llamado a la Policía Nacional.
Ojeda señala que se ha visto por las cámaras instaladas cómo hombres deambulan por la zona y se ponen a rebuscar en las jardineras.
“Por eso que uno no puede ir al supermercado después de las 18:00. Si vienes caminando te asaltan y si llegas en tu carro te sorprenden cuando estás llegando a la casa”, dice Adriana Cordero.
Las vecinas explican que ante esta situación se analizó la posibilidad de poner rejas en los extremos de su callejón, pero el Municipio local no aprobó la propuesta, por eso expresan su malestar al ver cómo la Alcaldía pintó los postes de colores. Prefieren que el
Los ciudadanos tienen un grupo de WhatsApp donde alertan de peligros.
presupuesto de la ciudad se invierta en seguridad.
Por ejemplo, exponen que la Unidad de Policía que estaba en el parque de Urdesa actualmente no funciona.
Los habitantes de Urdesa aseguran que están dispuestos a colaborar para habilitarla y dejarla lista para que lleguen los uniformados, pues comentan que son conscientes de que como moradores no solo deben exigir seguridad, sino ser corresponsables de lo que sucede en la ciudad. (I)