En Puerto Bolívar se pide reconstrucción de muelle destruido
“Devolveremos a Puerto Bolívar lo arrebatado por la naturaleza”. Es la promesa del actual alcalde de Machala debido a que el muelle de cabotaje fue destruido por el último sismo.
El colapso de los pilares, el desplazamiento de la caminera central hacia el costado derecho y la caída del predio donde funcionaban un restobar y un museo. Ese es el panorama que se evidencia en el antiguo muelle de cabotaje, ícono de Puerto Bolívar, que fue destruido por el sismo de magnitud 6,8 del sábado 18 de marzo.
Este sitio de importancia histórica para la población de El Oro trajo añoranzas entre los nativos por su valor y años de permanencia en la zona para el traslado de cargas desde y hacia otras localidades, como Guayas.
El antiguo muelle de cabotaje colapsó, por lo que la Municipalidad de Machala anunció la realización de los estudios para construir un nuevo muelle en el mismo sitio. “Devolveremos a Puerto Bolívar lo arrebatado por la naturaleza”, dijo el alcalde Darío Macas.
El funcionario municipal señaló que la rehabilitación del espacio buscará ratificar la preservación de la identidad, cultura e historia.
Referente a los daños donde funcionaba el muelle, Marco Sánchez, presidente de la Casa de la Cultura de El Oro, entidad que estaba a cargo del espacio, refirió que se levantan informes del Comité de Operaciones de Emergencia de Machala, de la Autoridad Portuaria de Machala y del Instituto de Patrimonio, y se pidió una inspección técnica del sitio.
Sobre el planteamiento del alcalde, Sánchez dijo que conoció del compromiso público de Macas y con base en lo dispuesto en el Código Orgánico de Organización Territorial,
Autonomía y Descentralización (Cootad), las municipalidades tienen la facultad para dar la intervención inmediata en el lugar afectado.
Lo que esperamos, dijo, es que el señor presidente de la República, (Guillermo) Lasso, entregue los recursos más urgentes y que la llegada de fondos no demore uno, dos, tres años y más, y sobre todo que sean manejados por los municipios que son quienes están realmente involucrados y conocen la realidad de nuestra provincia y nuestra ciudad que ahora está bastante afectada por el sismo”.
Además, el presidente de la Casa de la Cultura provincial dijo que en esta semana se prevé mantener una reunión con exfuncionarios de la Alcaldía y Prefectura, así como con los actuales delegados y con un representante del Instituto de Patrimonio Cultural, para tratar sobre la nueva construcción del muelle.
Entre los ciudadanos de Puerto Bolívar también persiste preocupación sobre la desaparición del muelle antiguo.
Samuel Quevedo, residente de la parroquia, se acercó al día siguiente del sismo para constatar los daños en el lugar que acostumbraba recorrer continuamente. “Es como decir una reliquia, Puerto Bolívar tiene que volver a ser nuevamente el muelle”, dijo el morador.
Noé Vega, otro morador, comentó sentirse con pena por la caída de la estructura que también solía recorrer con su familia. “Es una gran pena, es un lugar histórico y mucha gente lamenta lo sucedido con el muelle de cabotaje”.
Otro ciudadano, que evitó identificarse, recordó que conoció el muelle en 1970 cuando laboraba en barcos remolcadores. En los recientes años, especialmente los adultos mayores, como él, gustaban de distraerse en el sitio.
En su caso, rememoró que a los 13 años se fue escondido en un buque a Guayaquil, luego de ser castigado por una abuela. Pero en ese periplo llegó a Pasaje y le tocó regresar. Después, en otro intento, se fue a Guayaquil y se hizo tripulante
Municipio anunció que se realizarán los estudios para construir el nuevo muelle.
Pobladores añoran el lugar que era considerado como un sitio histórico.
mercante. “El muelle es una reliquia que debe recuperarse”, sostuvo.
Hace un mes se abrió un restobar en el antiguo muelle para atraer turistas en la zona. El sismo tumbó este negocio al caer el muelle. Su dueño dijo que invirtió en el lugar entre $ 60.000 y $ 70.000 y ahora le preocupa cómo cubrirá las deudas que adquirió para poner el negocio del cual ya no queda nada.