‘Asesinato de Norero se dio en medio de una trampa y por riñas entre bandas’
Crimen del Patrón se dio en momentos que dentro del CPL de Cotopaxi había una violenta revuelta.
El shock y la descompensación que habrían mantenido los hermanos de Leandro Norero, Israel y Maribel, aquel 3 de octubre de 2022, cuando se dio el ataque mortal contra el narcotraficante, habría significado que Marcelo Lasso Saavedra, en ese entonces un interno de solo 24 años de edad procesado por tráfico de drogas y armas, termine reconociendo el cuerpo “destrozado” de quién era conocido con el alias Patrón.
Lasso Saavedra rindió su versión la noche del 16 de este mes, pues se pretendía conocer lo que sabe quién habría compartido pabellón en el Centro de Privación de la Libertad (CPL) de Cotopaxi, en Latacunga, con Leandro Norero entre mayo y octubre de 2022.
“Yo estoy seguro de que él está muerto. Yo vi el cuerpo descuartizado porque Israel no lo pudo reconocer. Cuando estaban recogiendo los pedazos, me pidieron a mí que por favor vea los tatuajes para ver si era o no era él, porque Israel estaba muy mal y Maribel ni se diga. Tenía el nombre del hijo por acá abajo, un león grande aquí, un águila acá. Tenía bastantes tatuajes, era fácil de reconocer”, explicó Lasso Saavedra, al tiempo que recordó que él pudo asegurar a los hermanos de Norero al llevarlos a la zona de seguridad media, pero que antes aguantaron una balacera “tremenda”.
Lasso Saavedra en su versión aseguró haber atestiguado diversas reuniones entre Norero y otros líderes de bandas dentro del proceso de pacificación. Aparentemente este proceso es el que habría generado el asesinato, pues las cabezas de ciertas bandas no estaban de acuerdo con los términos en los que se quería dar la pacificación o no querían dejar de tener el control de sus organizaciones, en muchos casos, con intereses narcocriminales.
“Empezaron las negociaciones con Los Choneros, con Fito y con Júnior. Hablamos también con Choclo, que era el jefe de Los Lagartos. Se habló con Willy. Él (Norero) intentó también hablar con Pipo y al final ellos no querían soltar el mando de su organización. Unas dos semanas antes de que lo maten, subimos al pabellón A1 a una reunión con alias la Rata, que era el representante de Los Tiguerones y discutieron porque dijo que no meta a su organización”, anotó.
Inmediatamente habrían salido de esa reunión, sostuvo Lasso Saavedra, “ya se dieron los problemas”. A ese momento, el testigo ya mantenía dos sentencias por tráfico de drogas a mediana y alta escala que le dejaron penas de dos años de cárcel y dos años y ocho meses de prisión, y tenía otro fallo condenatorio de cinco años de cárcel por el tráfico de armas y municiones.
Por todos estos problemas entre bandas que no solo mantenían rencillas anteriores sino también nuevas por el proceso de pacificación, según Lasso Saavedra, se construyó una trampa para acabar con la vida de Norero. En el asesinato habría participado una persona cercana al narcotraficante, alias Brazudo.
“Vino un muchacho que le decían Zeus y nos dijo que había un muerto en el área de máxima y que lo requerían a Leandro para que solucione. Nosotros fuimos porque Brazudo supuestamente le estaba copiando a Leandro. Ingresa Leandro y le cierran las puertas. Proceden a ejecutarlo. Brazudo da la orden y la primera persona en meterle la puñalada fue alias Personal. Pero Brazudo es el que da la orden y ahí es que los muchachos se botan encima de Leandro y empiezan a matarlo”, relató quien ahora es parte del Programa de Víctimas y Testigos de la Fiscalía.
De este hecho, pero no sin tantos detalles, se encontraron conversaciones en el celular de Mayra S., comunicadora de la Corte del Guayas procesada en el caso Metástasis.
Al igual que la Fiscalía solicitó al juez de la Corte Nacional de Justicia (CNJ) Felipe Córdova defina una fecha para en audiencia escuchar el testimonio anticipado de Mayra S. y la fiscal Lidia Sarabia, la institución que lleva la acusación de este caso pide al magistrado también que defina una fecha para escuchar el testimonio anticipado de Lasso Saavedra. En los tres casos la información que poseen la procesada y los dos testigos es de tal importancia que es necesario preservarlas con anticipación en el proceso. (I)
Según testigo, proceso de pacificación provocó rencillas entre bandas.