Nuestra Semana Santa
A lo largo de dos siglos, nuestra nación ha enfrentado una lucha incansable por mantener y reafirmar su soberanía. Una lucha que se enraíza en el deseo profundo de avanzar con determinación y pasos firmes hacia un futuro prometedor, no solo por nosotros, sino también por nuestras familias y nuestros hijos. Este anhelo de progreso se ha visto desafiado, más recientemente, por acontecimientos desagradables que han sacudido los cimientos de nuestro país, exponiendo la urgente necesidad de unir esfuerzos.
Ahora, más que nunca, es el momento propicio para enfrentar y erradicar las mafias delictivas que obstaculizan nuestro desarrollo y perturban la paz de nuestra sociedad. Estas fuerzas corruptas, que amenazan con resquebrajar el tejido de la convivencia, deben ser confrontadas con valentía y decisión. Nos encontramos en una encrucijada crucial, donde la cooperación y el compromiso conjunto son imprescindibles.
Unidos por lazos económicos, de parentesco, políticos y culturales, estamos llamados a mantener el orden con responsabilidad y a trabajar de manera colaborativa hacia objetivos comunes. Solo así, mediante la solidaridad y el esfuerzo compartido, podremos superar los desafíos que enfrentamos y construir el futuro próspero que nuestra nación merece. (O)
Eduardo Alfredo Gálvez Cobo, doctor en ciencias políticas y sociales, Quevedo
La Semana Santa ni pasa ni puede pasar desapercibida. Su carácter, eminentemente religioso, se ve resaltado por su gran belleza artística, sin olvidar sus hondas raíces culturales e históricas. Estos días son de gran devoción para los cristianos, quienes recordamos la pasión y muerte de Jesucristo, cuyo motivo único fue su amor desbordante por el hombre y el Padre. Este tiempo nos lleva a recordar el sufrimiento de Cristo para redimirnos del pecado. (O) Josefa Romo Garlito, Valladolid, España
(...) estamos llamados a mantener el orden con responsabilidad y a trabajar de manera colaborativa...