Déjenla trabajar
Si no quieren respaldar el combate a la delincuencia organizada, al narcotráfico y a la narcopolítica, en contra del clamor de los ecuatorianos, políticos y asambleístas, por lo menos no obstaculicen. No se necesita de ustedes, peor de aquellos que tienen rabo de paja, pero déjenla trabajar a la fiscal general, Diana Salazar, sin desviarle la atención con el pedido de informes interesados e incompletos, ni tratar de obstruir las indagaciones, por el juego de intereses que tienen, o proteger a los protagonistas de hechos de corrupción que han recibido sentencias condenatorias o están procesados.
En lugar de contribuir a la valiente tarea que cumple la fiscal por el país y su pacificación, no se puede permitir que sectores políticos, vinculados a quienes buscan impunidad y el control de las instituciones, persistan en obstaculizar las investigaciones penales que han destapado el estado de podredumbre que se vive, especialmente en la administración de la justicia, vinculados con malabaristas de la política.
Mientras la fiscal trabaja diariamente para combatir a la delincuencia organizada, el narcotráfico y la narcopolítica aliada a estos sectores, en la Asamblea hay quienes han hecho mayoría y sueñan con censurar y destituir, o por lo menos de manera disfrazada y tramposa, obstaculizar sus tareas con el fracasado supuesto respaldo a la institucionalidad, pero a la par el pedido del estado de investigaciones en desarrollo de ciertos casos de los interesados.
Hubo debates sin resultados concretos y el camino se distorsionó y se dilató. Más allá de este fracasado tema, el mejor respaldo que tiene la fiscal es la expresión ciudadana que se ha formulado públicamente.
Los asambleístas deberían ser conscientes, ahorrarse el tiempo y reflexionar que el mejor homenaje que pueden hacer al trabajo de la fiscal es dejarla trabajar en medio del conflicto armado interno que vive Ecuador.
Incluso quedarían bien ante el país, aunque resulte difícil, si resolvieran archivar el juicio político que se han empeñado en llevar aquellos, que afanosamente buscan impunidad y revisión de sentencias condenatorias, cuando precisamente se involucra a varios de sus miembros en los casos Metástasis y Purga.
El juicio político, que no tiene pies ni cabeza ni los sustentos debidos y se ha tornado en un objetivo siniestro de los afectados por el trabajo realizado por la fiscal en contra del crimen organizado, el narcotráfico y sus aliados políticos.
Deberían preocuparse por todo lo que sigue saliendo derivado de las investigaciones de los casos Metástasis y Purga, que han puesto en evidencia las conexiones entre estos sectores, aunque lo nieguen, sin exhibir sus descargos.
Mantienen sus objetivos aunque les haya fallado la toma última del Consejo de Participación Ciudadana para el nombramiento de autoridades de control; la toma del órgano administrativo y disciplinario de la Judicatura con dos de sus miembros que están en la cárcel y otros procesados penalmente; el haber contado con ciertos jueces, que les favorecieron con fallos cuestionados y que ya no están.
Deberían preocuparse por todo lo que sigue saliendo derivado de las investigaciones de los casos Metástasis y Purga...