Jorge Glas es hospitalizado mientras se analiza pedido de ‘habeas corpus’ a su favor
Una descompensación habría afectado al exvicepresidente. Su abogada negó que él iba a fugarse a México.
El exvicepresidente de la República Jorge Glas fue internado ayer en el Hospital Naval, en Guayaquil, debido a una “posible descompensación por su negativa a consumir los alimentos provistos por este servicio de Estado”, informó ayer en un comunicado el Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Adultas Privadas de la Libertad y a Adolescentes Infractores (SNAI).
El traslado desde la cárcel de máxima seguridad La Roca, donde Glas cumple prisión preventiva, se realizó en medio de un fuerte resguardo policial y militar cerca de las 12:20.
El SNAI señaló que Glas “fue internado aproximadamente a las 12:45” y que su estado de salud “es estable y permanecerá en observación durante las próximas horas, previo retorno al centro de privación de libertad”. Un equipo de EL UNIVERSO constató que el carril de ingreso hacia la casa de salud fue bloqueado con una retroexcavadora.
Incialmente Glas fue llevado al Hospital Militar. “Sí, vino acá al (Hospital) Militar pasado el mediodía. Aquí le dieron los primeros auxilios. Fue rápido y de aquí salió”, indicaron trabajadores de la casa de salud.
Sobre lo sucedido, el expresidente de la República Rafael Correa, líder del movimiento Revolución Ciudadana (RC), publicó en la red X (antes Twitter): “Era lo que temía. Los canallas saltarán de alegría. ¡Fuerza, Jorge!”.
Horas antes, Francisco Hidalgo, en representación legal de RC, presentó en la Corte Nacional de Justicia (CNJ) un habeas corpus a favor de Glas.
Administrativamente se dio el sorteo y los jueces nacionales Rita Bravo (ponente), David Jacho y Luis Adrián Rojas, de la Sala Especializada de Familia, Niñez y Adolescencia, deberán resolver la garantía jurisdiccional solicitada.
Hidalgo señaló que la medida es para atacar la “ilegal, arbitraria e ilegítima” detención en contra del líder correísta, al que México había entregado, horas antes, el estatus de asilado político.
Glas mantenía dos órdenes vigentes de ubicación y detención: una relacionada a su incumplimiento de medida cautelar y otra que tiene que ver con la orden de prisión preventiva que se le dispuso por el delito de peculado en el caso Reconstrucción de Manabí.
El equipo de defensa nacional del exvicepresidente, representado por Andrés Villegas, Vinicio Tapia y Marcel Orellana, informó que habían solicitado a las autoridades ecuatorianas tener acceso a su cliente y tenían previsto verlo la tarde de ayer para constatar su estado de salud.
En una rueda de prensa en el hotel Ramada, el abogado Vinicio Tapia denunció que Glas llevaba más de 50 horas sin comunicación. También mencionó que su madre y familiares están preocupados.
En entrevista con este Diario, la abogada Sonia Vera, aseguró que no tiene ninguna esperanza en el habeas corpus. “Sabemos que la Función Judicial ha sido objeto de un ‘golpe’ a través de la Fiscalía General... Sabemos que hay corrupción en la Función Judicial que ellos mismos propiciaron con el trujillano... Pero es un paso que debemos agotar para corroborar que en Ecuador no hay independencia judicial”.
Una vez que lo nieguen, dijo, “porque está segura de que lo van a negar”, acudirán a las instancias internacionales. “Estamos pidiendo ampliación de las medidas cautelares en la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), medidas provisionales a la CIDH, vamos a enviar información urgente al Grupo de Trabajo sobre Detención Arbitraria e iré a Ginebra a reunirme con procedimientos especiales”.
La jurista negó también que Glas fuera a huir con la delegación diplomática mexicana, como afirma el Gobierno ecuatoriano.
“Eso no es así porque lo que él estaba esperando era su salvoconducto. Inclusive nosotros pedimos, el 20 de febrero, una ampliación de las medidas cautelares de Jorge Glas en la CIDH para que intervenga... Nosotros queríamos agotar todas las vías diplomáticas y del Estado de derecho”.
También responsabilizó “directamente” al presidente Daniel Noboa por la vida del exfuncionario. “Tenemos miedo de que lo puedan asesinar en la cárcel La Roca”.
El exvicepresidente fue trasladado al Hospital Militar y luego al Naval.