«EL AUMENTO DE PENAS BUSCA QUE LA GENTE NO CAIGA EN LA ‘TENTACIÓN’ DE GANAR DINERO FÁCIL COMETIENDO DELITOS»
Ana Minga, experta en Criminalística, señala que la ciudadanía debe comprender que el país está en una “guerra” contra el crimen organizado y que por ello es necesario que vote sí en todas las preguntas, especialmente en las relacionadas con la seguridad. “No le damos el sí a un gobierno o a una figura política, sino a las herramientas para terminar con la violencia que surge de grupos transnacionales que se valen de las bandas locales. Estamos salvando al Ecuador y nuestras vidas porque habrá mayores controles y sanciones a las mafias, que no van a querer meterse en el país y tomarán otras rutas”, dice.
Minga señala que la pregunta G establecerá un precedente para que la gente no caiga en la tentación de delinquir, llevada por las ansias de poder o de dinero.
¿Qué efecto positivo podría tener el incremento de penas en el combate a la delincuencia?
Todas estas categorías de delitos que se incluyen en la pregunta corresponden al crimen organizado y entrarían a un régimen más riguroso de penas, lo que se complementa con otra pregunta que plantea que tengan un régimen cerrado para cumplirlas, o sea que no haya opción para que tengan rebajas de penas o el arresto domiciliario. Actualmente hay cerca de 400 personas en arresto domiciliario, esto hace que se movilicen 1.200 policías para cuidarlos, lo que significa millones de dólares de gasto del Estado. Lo que se busca es atacar al crimen organizado que capta a bandas locales y tiene “negocios” paralelos, como el secuestro, la extorsión, las vacunas, el microFernando tráfico. Todo es una cadena ilícita.
Hay muchos penalistas y activistas de derechos humanos que aseguran que el incremento de penas no es disuasivo para el cometimiento de delitos. ¿Qué opina sobre eso?
El endurecimiento de penas es un precedente, una advertencia para que la gente no caiga en la “tentación” de ganar dinero fácil cometiendo delitos como el sicariato y producción de coca, entre otros.
Pero por sí solo el endurecimiento de penas no solucionará el problema de la inseguridad. ¿Qué otras medidas cree usted que deben tomarse?
Que suban las penas es parte de lo que se necesita para detener la violencia del crimen organizado y de la delincuencia común. Paralelamente entiendo que habrá (desde el Gobierno) programas sociales y de empleo para toda la sociedad, porque este tema pasa también por lo económico. Si no das seguridad económica hay peligro de que los jóvenes sobre todo caigan en la delincuencia; ellos son cooptados por dos razones: una porque tienen mayor necesidad, y pasar de no tener nada a ganar 800 dólares a la semana por todo lo que el crimen organizado los pone a hacer, es bastante; y porque esto se ha convertido en una escuela de criminalidad, pueden ir ascendiendo y escalando, y mientras más jóvenes sean les sirven más tiempo. También es necesario atacar a los capitales ilícitos, lo cual se estaría cubriendo con esta pregunta para endurecer las penas y establecer el régimen cerrado para el lavado de activos.
Si se aumentan las penas, los delincuentes pasarán más tiempo en las cárceles del país. ¿Cómo se mejoran las condiciones del sistema penitenciario?
Primero, depurando el sistema judicial y al sistema carcelario. Hay que dar mayor capacitación a los guías penitenciarios, y cambiarlos con frecuencia para que no entren a estos grupos criminales. También se necesita el apoyo militar para seguir resguardando las cárceles porque se han convertido en centros de negocios de las bandas y por eso la violencia se ha disparado en ellas y trasciende a las calles.