‘CRECÍ CERCA AL CENTENARIO, CUANDO ESTABA EL CABALLITO PARA LA FOTO, DESPUÉS MIGRÉ A URDESA Y A LA PUNTILLA’
“El parque Centenario se convirtió en el patio que no tenía en mi casa, que era de construcción española de puro cemento”, dice Víctor Hugo Calderón, rector del Tecnológico Lemas y quien se ha mudado dos veces dentro del área metropolitana de Guayaquil. La primera del centro a Urdesa y luego a una de las urbanizaciones cerradas de la avenida Samborondón, en la parroquia satélite La Puntilla.
Desde que nació en 1960 hasta 1990 vivió en varias viviendas del centro, un sitio diferente al que es hoy. “En el Centenario había árboles, un ambiente distendido, era el lugar de recreo, no estaban las rejas de ahora. Recuerdo que cuando me tocaba estudiar en el bachillerato amanecía viendo el parque. La gente caminaba, estaba el betunero o el que vendía los chocolatines”.
El área verde donde está la columna de los próceres fue también el patio de juegos de las escuelas de los alrededores.
Calderón recuerda al caballo de madera sobre el que las personas se tomaban fotos. “Era algo fantástico, muy raro y llamativo, un ambiente seguro”.
Tras casarse, Calderón se trasladó con su familia –en 1990– a Urdesa, en el norte, hasta 2001, cuando finalmente se asentó en una propiedad que adquirió en planos al interior de una urbanización cerrada y pequeña con una calle central al pie del río Babahoyo, que alberga a 24 soluciones habitacionales.
“Si hay algo que los gobiernos seccionales no pueden abandonar son las áreas verdes. El confinamiento no ayuda a la madurez emocional de las personas. Uno migra en busca de ambientes seguros y distendidos. Un padre piensa en sus hijos”, dice.
Históricamente, Guayaquil se asentó en el borde del río Guayas y fue extendiéndose hacia uno de sus tributos, el Daule, más al norte. Esta mancha urbana terminó quedando en el límite este del cantón Guayaquil cuando el 31 de octubre de 1955 se crea el cantón Samborondón, cuyo territorio hasta ese entonces era una parroquia rural de Guayaquil. Después se configura Durán como cantón, el 10 de enero de 1986, en el gobierno de León Febres-Cordero (1984-1988).
Es así como la población se fue moviendo entre estos tres cantones hasta que llegado el siglo XXI se acercó por el norte a La Aurora, que era una zona rural del cantón Daule.
Ante el crecimiento urbanístico se denominó a esta última como parroquia satélite de Daule, lo que se registró oficialmente el 24 de agosto de 2001.
Las áreas urbanas de estos cuatro cantones están contiguas solo separadas por los ríos Daule y Babahoyo, tributos del Guayas.
Así conforman una sola área metropolitana de 3’139.719 habitantes, lo que la convierte en la más poblada del Ecuador, según el censo del 2022.
John Dunn, urbanista y profesor de la Universidad San Francisco de Quito, indica que la creación de un distrito metropolitano implicaría la integración de Guayaquil con Durán, Daule y Samborondón. “Esta mancha urbana que se extiende a otros cantones es consecuente al crecimiento de Guayaquil”, asegura.
La de mayor crecimiento del 2010 al 2022 fue La Aurora, cuya población pasó de 25.815 a 115.060, un incremento del 345,7 %. Sigue La Puntilla con 55.357 personas, un 89,8 % más y Durán con 303.910 (30,4 % de incremento poblacional).
Mientras que la población urbana de Guayaquil registró un aumento del 16,3 %. (I)
La población metropolitana contigua de Guayaquil subió 21,7 % del 2010 al 2022.