General Motors: ‘Nada cambia’ para consumidor de sus vehículos
Luego del anuncio de la transformación de su negocio en Ecuador y Colombia y con ello el desmontaje de sus plantas de ensamblaje en los dos países, General Motors apostará a la comercialización de vehículos, manteniendo sus concesionarias y todo el servicio posventa. Su presidente y director ejecutivo en Sudamérica, Santiago Chamorro, explica en qué consiste esta transformación y las razones que los llevó a tomar la decisión de concluir las operaciones de ensamblaje.
¿Cómo será la transformación? ¿A qué se debe esta decisión de cesar las ensambladoras?
Estamos sustentando esto con una serie de factores que no son nuevos, son de varios años que vienen madurando. Los países a lo largo de los últimos años han firmado acuerdos de comercio importantes, con la dolarización en Ecuador se facilita el comercio de vehículos importados y demás, y en cifras históricas en donde la inmensa mayoría de vehículos vendidos eran producidos en el país, superando el 80 % en el caso de las dos economías, Ecuador y Colombia. Hoy la curva está totalmente invertida y la inmensa mayoría de vehículos vendidos en el país son ya de carácter importado y eso coloca una presión competitiva muy grande para mercados que tienen una capacidad de producción pequeña y que les queda muy difícil competir con gigantes del sector automotor en el mundo. Hoy hay vehículos vendidos en el Ecuador de fuente China, que produce 27 millones de vehículos cada año; de fuente americana que producen 10 millones; de fuente europea que tienen más o menos 9 millones de producción por año, de fuente coreana con 4 millones, de fuente mexicana con 4 millones.
¿Qué sucede en Ecuador?
En Ecuador las cifras de producción son realmente menores cuando las comparamos con esos valores y eso hace que la capacidad instalada que tenemos en Ecuador la estamos usando en una fracción bastante pequeña, cercana al 13 %, lo que significa una dificultad muy grande en materia competitiva con esos vehículos importados que vienen de sus monstruos fabricantes de vehículos. Es un proceso que viene de varios años. Si buscas curvas históricas vas a ver cómo la venta de vehículos en Ecuador, su origen local viene cayendo de forma permanente y constante, pasa eso porque es cada vez más difícil competir con esos monstruos de fabricación de vehículos internacionales: China, Estados Unidos, Europa, Corea del Sur, México y nosotros produciendo bajísima capacidad de utilización de nuestra fábrica, llegando a un límite insostenible.
¿La decisión no toca el servicio tanto en materia de concesionarias y en servicio técnico?
En lo absoluto, las operaciones de concesionarios continúan sin ningún cambio y todos los elementos de garantía, servicios, disponibilidad de repuestos, atención a consumidores continúan como hoy, sin ningún cambio para los clientes.
¿Cuántos trabajadores implica esta decisión?
Son alrededor de 300 personas en Ecuador y en Colombia unas 550. Estamos ofreciéndoles condiciones más allá de las legales, queremos apoyarlos, también a que puedan colocar su perfil de una forma mejor en el mercado de trabajo, mejorando sus perfiles de presentación, tal vez llevando a algunos de ellos a pensar que la solución sea ampliar negocios familiares, que en algunos casos existen, o convertirse en pequeños emprendedores con los dineros que saldrán producto de esto.
¿Cuánto tiempo tomará el desmontaje de la planta?
Ojalá podamos llegar a acuerdos con nuestros colegas, de poder terminar cualquier producto cuyo material ya está presente en la fábrica en los próximos meses. Un acuerdo es beneficioso para todos, los funcionarios se ganan algunos meses más de salario y de forma paralela pueden ir trabajando en sus perfiles, se ganan además las liquidaciones provistas de ese acuerdo de separación mutua que estamos haciendo con los empleados y nos permite terminar con los materiales que tenemos allí para la D-Max. Creemos que en un normal flujo de producción eso nos puede llevar hasta agosto y va a depender de ese acuerdo que podamos hacer el día de mañana.
¿Van a importar vehículos, sigue la relación comercial de General Motors con Ecuador?
Claro. Tenemos una fuerza de marca importantísima en Ecuador. En las investigaciones que hacemos de mercado en todos los países en donde tenemos presencia de la marca Chevrolet justamente en Ecuador demuestra de los mejores niveles en el mundo de la fuerza de la marca Chevrolet. Tenemos una red de concesionarios establecida en todas las regiones del país, un portafolio de altísima calidad y tecnología de vehículos conectados con nuestra marca OnStar, que todo eso va a seguir en el futuro, lo que vamos a hacer es través de vehículos importados de diversas fuentes. Vamos a llevar al Ecuador vehículos importados desde China, Brasil, Estados Unidos, México, Corea del Sur, con las tecnologías que están creciendo. Vamos a tener vehículos eléctricos, híbridos y obviamente de combustión interna como es tradicional en el mercado, por lo que de cara al consumidor nada cambia.
Esta decisión generará cuestionamientos en el ámbito político, ¿tiene la gestión política alguna incidencia?
Nosotros no estamos apuntando dedos en ninguna dirección, en la coyuntura actual y lo que sí estamos haciendo de alguna forma es explicarle a la opinión pública, a los consumidores que es una historia que viene de largos años, en un deterioro permanente y constante, donde le hemos metido el pecho con toda la ingeniosidad, la creatividad para intentar mantener nuestra presencia, pero llega un punto en donde la situación se hace insostenible. No estamos poniéndole la culpa a nadie y tampoco pidiendo de ninguna manera nada a los Gobiernos ni en Colombia ni Ecuador.
¿Si bien es una decisión de empresa privada, tuvieron algún acercamiento con entes del Gobierno para intentar salvar la presencia de la planta ensambladora en Ecuador?
Eso es un diálogo que viene desde hace mucho tiempo. Hay políticas industriales presentes que nos trajeron hasta aquí, es un tema de tamaño, de escala, de globalización de este sector y de una comparación bastante compleja en materia en la capacidad que tenemos instalada y el mercado que tenemos disponible en operaciones como estas cuando te comparas con mercados gigantes alrededor del mundo. El diálogo ha sido productivo, colaborativo con los Gobiernos actuales, pasados también. Gracias a la ingeniosidad y creatividad, pues logramos llegar a este momento. El modelo de negocios que tenemos se hace insostenible desde aquí para adelante y es un poco la naturaleza de esta decisión.
«Hoy la inmensa mayoría de vehículos vendidos son ya de carácter importado»
«No estamos poniéndole la culpa a nadie ni pidiendo nada a los Gobiernos»
¿Existe la posibilidad de que lo que se hacía en Ecuador y Colombia se lleve a otros países?
Tenemos presencia de GM de carácter global y nos interesa dar el mensaje de tranquilidad a nuestros consumidores pasados, actuales y futuros, de que Chevrolet va a seguir siendo sinónimo de fuerza, de marca, de confianza en la red de concesionarios, vehículos de excelente calidad y de tecnología de punta, por ejemplo siendo conectados con OnStar, y podemos en esas fuentes, en donde tenemos presencia en esos mercados, traer vehículos que satisfagan los requerimientos de Colombia y Ecuador, además con tecnologías nuevas. Estamos haciendo anuncios próximamente de nuevos lanzamientos, estamos hablando de vehículos eléctricos, más adelante de híbridos y de diversas fuentes de importación. El consumidor va a seguir teniendo: una oferta fuerte de portafolio de producto, la tranquilidad y confianza que brinda Chevrolet, la presencia de los concesionarios y todos los efectos colaterales de poner su dinero en nuestros vehículos.