Nuestros hijos y su futuro
Nos hemos preguntado a conciencia: ¿qué legado pretendemos dejar a nuestros hijos y más descendientes? Analicemos algunos factores.
Es por conocido que en la casa y escuela es donde se aprenden los principios y normas del buen vivir. No obstante, hay que puntualizar que, cuando las reglas impartidas han carecido de la debida orientación y los cimientos son débiles por malos ejemplos de personas con falta de valores morales, se tiende a deteriorar el comportamiento humano.
Al principio para el niño su héroe es su progenitor, siendo el modelo con el cual se representa, no distingue entre el bien o mal hasta cuando crece y palpa la realidad.
En un hogar con padres con salud mental equilibrada, se practican los valores, tales como el saludo, el respeto, la honestidad, solidaridad, amabilidad y generosidad.
En la escuela los maestros se esmeran en capacitarnos en el conocimiento, en la educación y cultura. Se cultiva en los niños el amor y respeto a la patria, a ser leales y a defender nuestra nación
El entorno es otro factor de análisis en la conducta y personalidad del individuo, incluyendo la formación en la infancia, la familia y elementos emocionales, culturales, sociales, económicos, etc.
El ser humano, como sabemos, se diferencia de las demás especies por su inteligencia, conciencia y memoria, pero su capacidad intelectual puede girar hacia el bien o al mal, dependiendo del trato recibido en su vida, hogar y entorno.
Las personas que no supieron superar las adversidades de la vida y no buscaron la ayuda pertinente posiblemente dejaron anidar en su mente y corazón resentimientos que al final tienen como resultado odio. Estas personas por su vulnerabilidad corren el riesgo de ser presa fácil de los manipuladores, narcotraficantes y corruptos. (O)
José Franco Castillo Celi, psicólogo y médico naturalista, Guayaquil
Estas personas, por su vulnerabilidad, corren el riesgo de ser presa fácil de los manipuladores...