Socavón al pie de puente en Tulcán pone en riesgo la estructura del viaducto
El MTOP explicó que el río de la quebrada El Guadual perdió el cauce, afectando los estribos del puente.
Las fuertes precipitaciones de las recientes semanas dejaron estragos en Tulcán y en el noroccidente carchense, zona eminentemente turística.
En El Chical, a 90 km de Tulcán, en el tramo que conduce a Quinshull, el desbordamiento de la quebrada El Guadual, el domingo de la semana pasada, se llevó parte de la mesa junto al puente.
La fractura de la calzada mantuvo incomunicadas a varias comunidades durante dos días, por lo que equipo caminero de la Prefectura de Carchi y de la Junta Parroquial efectuaron un relleno urgente que rehabilitó parcialmente el transito vehicular.
Sin embargo, nuevamente el viernes pasado, los fuertes aguaceros volvieron a romper la carretera en el mismo lugar, provocando un gran boquete que impide la normal circulación vehicular hacia más de una decena de pequeñas poblaciones del sector.
Carmen Malte, presidenta del Gobierno parroquial, explicó que en esta semana se registró además el desbordamiento de dos quebradas.
En uno de los sitios se llevó 800 metros de la arteria de segundo orden, incomunicando a las comunidades de la federación indígena awá.
La competencia del mantenimiento es del Ministerio de Transporte y Obras Públicas (MTOP), instancia con la que las autoridades parroquiales coordinan la refacción que se requiere de un muro de rocas y otras obras para evitar más desprendimientos.
“Esperamos solucionar emergentemente el problema en la tarde y noche, debido a que hasta nuestra parroquia comenzaron a llegar buses con visitantes y mañana está previsto el arribo de más de 45 ciclistas desde la provincia de Imbabura en un ciclopaseo”, agregó Malte.
Unos kilómetros más al occidente, en La Esperanza, un deslave obstruyó la carretera y afectó a una vivienda.
No hubo víctimas mortales ni heridos como sucedió en enero de este año, en dos comunidades vecinas.
Renán Benavides, director distrital del MTOP en Carchi, señaló que el río en la quebrada El Guadual estaría socavando ese sitio, afectando uno de los estribos del viaducto, ya que el caudal no estaría corriendo por el cauce normal.
El funcionario anunció que se realizarán trabajos de forma emergente y que se iniciarán los estudios técnicos y labores con maquinaria pesada para dar una solución definitiva y evitar poner en riesgo a esta infraestructura.
En cambio, en la ciudad de
Tulcán, la temporada invernal deja pérdidas incalculables, sobresaltando asfaltados, adoquinados, sistemas de alcantarillado y agua potable, viviendas y destruyendo enseres y electrodomésticos que han sentido la fuerza del agua, que ha alcanzado los 80 centímetros de altura.
Las inundaciones se vuelven recurrentes, especialmente en la avenida Julio Robles, sector El Polígono, calle Chaipicruz, en la terminal terrestre y en el parque El Ocho, en el sur de la ciudad, así como en La Ensillada, en la periferia de la urbe, donde el agua supera el metro de altura.
En los barrios Ejido Norte y San Cristóbal y en las calles 9 de Octubre y Maldonado colapsaron las paredes de tres viviendas.
Hay preocupación en los moradores que viven en sitios adjuntos a la avenida Robles porque existirían socavones en terrenos de las partes altas.
En el subcentro de salud n.º 1 de Tulcán, debido a las prolongadas precipitaciones, se han presentado filtraciones de agua en la cubierta, anegando las instalaciones de esta unidad sanitaria dos veces, según Pablo Herrera, técnico de Gestión de Riesgos de la Municipalidad local.
El pasado 4 de enero, el Comité Cantonal de Operaciones de Emergencia (COE) declaró a Tulcán en emergencia tras el alud registrado en San Marcos, que dejó como resultado cuatro personas fallecidas, varios heridos y dos viviendas destruidas.
Las lluvias afectan a la ciudad de Tulcán, que sufre de inundaciones.