EL EMBAJADOR FITZPATRICK SE VA
Aún no hay una fecha definida para que el embajador de Estados Unidos en Ecuador, Michael Fitzpatrick, deje sus funciones. Aunque el 2 de abril el Senado de ese país aprobó la solicitud que hizo el presidente Joe Biden en agosto del 2022 para cambiar de diplomático y se confirmó que lo reemplazará Arthur Brown, mientras se da la transición él se mantendrá en el cargo.
Michael Fitzpatrick asumió la embajada en junio del 2019 y ha sido un funcionario frontal. Sus declaraciones sin titubeos remarcando la infiltración de la corrupción, el crimen organizado y narcotráfico en las esferas del poder han estremecido al país.
En julio de 2020 informó del retiro de 200 visas a ecuatorianos investigados por el delito de corrupción. En ese entonces dijo que su país quería que lo visitaran, pero “con responsabilidad y no con criminalidad”. En diciembre de 2021 expresó preocupación por la “penetración del narcotráfico en Ecuador y en las fuerzas del orden”, habló de narcogenerales y reveló, sin dar nombres, otro retiro de visas.
Al iniciar diciembre de 2023, una conferencia por los 20 años de la Convención de las Naciones Unidas contra la Corrupción fue el escenario donde el embajador volvió a hablar de corrupción, esta vez en la justicia, infiltración de mafias en equipos de fútbol y hasta medios de comunicación, de lavado de dinero y testaferros.
La lucha contra la corrupción, contra el narcotráfico, no son individuales; no funciona un trabajo en solitario cuando se trata de plagas que afectan a más de un país. Por ello, se aprecia la colaboración de los Estados, que se alarmen y cierren la puerta a delincuentes, a dineros producto del lavado y el crimen. Al embajador Fitzpatrick muchos ecuatorianos lo recordarán con gratitud por la frontalidad y apoyo en el combate a la corrupción, terrorismo y narcotráfico, pero también porque en representación de Estados Unidos respalda programas sociales, de género, estudios y ambientales. Con toda seguridad la buena relación y conexión que se tiene a través del embajador que por cinco años está en el país se mantendrá con su sucesor.