DESLIZAMIENTOS EN AZUAY: LOS ACIERTOS Y FALLAS

Un infortunio de la naturaleza vuelve a retratar dos caras del Ecuador. La noche del 4 de mayo varios deslizamientos, particularmente en el sector Marianza, de Azuay, así como el desbordamiento del río Tomebamba provocaron daños e impedían llegar o salir de Cuenca.

El rostro solidario de los ecuatorianos se hizo presente no solo a través de los organismos de socorro. También en el sector privado, habitantes y negocios de la zona dieron refugio y alimentos a quienes quedaron atrapados en la vía.

Es esperanzador que en los momentos de desgracias los ciudadanos estén prestos a extender su mano. Una prueba más de que Ecuador está habitado por gente amable, solidaria y buena.

Del otro lado está la debilidad: lo que más se requiere en medio de desastres naturales son los servicios públicos en funcionamiento, pero es precisamente lo que falló este 5 de mayo de 2024.

Mientras cuadrillas de obreros, bomberos y personal de varias instituciones trabajan en la limpieza de cuatro tramos de la vía Cuenca-Molleturo-El Empalme, la Empresa Pública Municipal de Telecomunicaciones, Agua Potable, Saneamiento y Gestión Ambiental de Cuenca (Etapa) confirmó que las intensas lluvias causaron daños en la infraestructura de postes, lo que afectó la cobertura de internet y telefonía en varios sectores, incluyendo Marianza, El Cajas hasta Molleturo.

Incluso comunicarse a Cuenca, utilizando servicios de internet, resultaba difícil desde otras ciudades. La capital de Azuay se encontraba con un alto número de visitantes por el feriado por el Día del Trabajo y muchos optaron por hacer trasbordo pese a la advertencia de autoridades: no es lo más seguro.

Es plausible que las autoridades locales y nacionales sumen esfuerzos para atender la emergencia, así como la solidaridad ciudadana. Para complementarlo, a futuro se requiere prever que los servicios públicos que se afecten tengan inmediata solución. La luz, el agua y las comunicaciones son esenciales. (O)