Obras en decadencia en Guayaquil
Hay dos empresas del Estado que ‘crucifican’ a sus usuarios de manera diferente. La una es la Corporación Nacional de Telecomunicaciones (CNT) que como el ‘buen ladrón’ hizo un mea culpa y anunció que condonará las deudas a sus clientes que tengan valores vencidos por más de cinco años. Saben que compiten con la telefonía celular y si no mejoran podrían desaparecer.
La otra es la Corporación Nacional de Electricidad (CNEL), que emulando al ‘mal ladrón’ aumentó los valores de las planillas de marzo, apenas se enteró de que el presidente Noboa iba a rebajar el 50 % a las planillas de abril por los apagones. Abusan porque no tienen competencia.
Todos de una u otra forma hemos sido perjudicados por CNEL. Tengo un caso pernicioso con CNEL Santa Elena, que puso prohibición de enajenar a dos vehículos de mi propiedad por una deuda que no existe y que me enteré por casualidad durante la revisión vehicular del 2023. Le escribí a la Secretaria de Coactivas de CNEL Santa Elena y le solicité un detalle de los valores impagos, pero solo respondió: “La deuda con corte al 31-07-23 es de $ 2.347,48”. Le pedí que me desglose dicho valor y no lo hizo.
Después me enteré de que supuestamente adeudo 99 facturas por consumos de energía eléctrica de una casa que tuve en Salinas por 30 años, la cual demolí en noviembre del 2009 y suspendí los servicios de luz, agua y teléfono. En consecuencia, no pueden existir consumos hasta el año 2023 de un solar vacío desde el 2009 y tengo las pruebas. Diez años después, en el 2019, vendimos dicha propiedad mediante escritura pública ante un notario de Salinas cumpliendo las formalidades de ley.
Se debería investigar y sancionar los abusos de CNEL Santa Elena, que podrían estar afectando a miles de usuarios, y esto le corresponde a la Contraloría General. (O) Carlos Luis Hernández Bravo, ingeniero civil, Samborondón
Durante los casi diecinueve años de administración municipal por parte del abogado Jaime Nebot, desde el sillón de Olmedo, se hicieron muchas obras que le cambiaron la cara a Guayaquil, pero algunas de ellas han caído en la debacle, debido a la falta de sostenibilidad de las mismas o la descontinuación de políticas favorables para los intereses ciudadanos.
Es el caso, por ejemplo, de la Metrovía, sistema de transporte masivo de pasajeros que, en el año 2006, se presentó como una alternativa válida y esperanzadora para solucionar el caótico y vergonzoso sistema de transporte que, en ese tiempo y hasta hoy, ofende a los ciudadanos porteños. Se llenaban de orgullo los usuarios que empezaron a viajar en las cómodas y modernas unidades del novedoso sistema, con un personal aparentemente bien preparado, bien presentado y con buenos modales para el correcto trato al pasajero.
Los articulados obviamente estaban obligados a detenerse con toda la paciencia y prudencia necesarias para dejar y recoger pasajeros en cada una de las paradas establecidas en las tres troncales iniciales. Por su parte los alimentadores se detenían adecuadamente hasta que subiera el último pasajero de la fila que había estado en espera del servicio. Respetaban a las personas de la tercera edad, mujeres embarazadas y niños, como había sido anhelo de todos los usuarios.
El buen ladrón y el mal ladrón
Pero eso ha pasado a formar parte del pasado porque todo se olvidó y se volvió al mismo mal trato, unidades vetustas, vagones atestados de pasajeros que van sufriendo por el calor y malos olores.
Otra obra que se anunció y que ni en el tiempo de Jaime Nebot, ni en el tiempo de Cynthia Viteri se pudo hacer realidad es la construcción de la planta de tratamiento de aguas servidas Los Merinos; la actual administración comunicó en febrero de este año que la construcción de esta obra tiene un avance del 43 % y que estaría lista en 2025. Esta permitiría que los sectores como Guayacanes, El Limonal, Acuarela del Río, Brisas del Río, Samanes y Sauces ya no sigan sufriendo por los malos olores que despiden las lagunas de oxidación, las mismas que con el calor daría la impresión de que se enfurecen y atacan con mayor rigor inundando todo el ambiente con los fétidos olores que producen.
Por último, y solo por mencionar lo más evidente, Guayaquil luce en estado de abandono en torno al control del tránsito vehicular, dejando a la ATM en entredicho con respecto al cumplimiento de sus funciones. Los conductores hacen lo que les da la gana y en eso incluyo a conductores de autos, motos y bicicletas que no respetan las leyes ni las señales de tránsito y ponen en riesgo la seguridad de los transeúntes. (O)
Enrique Álvarez Jara, periodista jubilado, Guayaquil
Barcelonista decepcionado
Con relación al último partido de Barcelona contra Universidad Católica escucho cosas como “ganó a lo Barcelona”, “se ve la mano del técnico”, o “matemáticamente todavía tiene opciones”. Y por estar cumpliendo 99 años se remiten a la historia desde los tiempos de Chuchuca, el triunfo sobre Millonarios, pasando por Spencer y el triunfo de La Plata, hasta hoy, el Kitu Díaz, en fin pura historia, valedera por cierto y eso es todo, no hay más. Hoy se cifran esperanzas en Álvarez y Matías Oyola, merecedores de todo respeto, pero no hay perspectiva de cambio sin duda hasta esperar el próximo inicio de año cuando seremos los campeones nacionales y de la Conmebol Libertadores de nuevo. A mi parecer, y sin ánimo de ofender, dejemos ya de vivir de nombres y de recuerdos y de una vez por todas hagamos de Barcelona la gran institución del futuro uniendo esfuerzos, conocimientos y dinero, lo que se puede lograr si se contara con una gran dirigencia. (O)
Luis Rosero Cruz, ingeniero mecánico, Guayaquil
Se debería investigar y sancionar los abusos de CNEL Santa Elena, que podrían estar afectando a miles de usuarios...