TAN LIBRE COMO SU MAMÁ
Pauline es definitivamente el retrato escondido de su madre, Estefanía de Mónaco. Tal vez no sean muy parecidas físicamente, pero entre ellas hay muchas más similitudes de las que se puedan ver a primera vista. Al amor al deporte y a la vida libre se suma la pasión por los tatuajes. Una diminuta estrella y un pequeño corazón adornan su oreja derecha. Sus brazos también están marcados: en uno, una flor; en el otro, una frase que dice ‘ Memento audere semper’ ( recuerda siempre a los que se atreven). Se sabe, además, que tiene otra inscripción en su pie derecho, al más puro estilo de Cara Delevingne. “Es mi ‘ miniyo’”, dijo alguna vez Estefanía. Y con un dejo de orgullo admite que la joven es algo atrevida, y muy curiosa, con unas continuas “ganas de ver y hacer”. Basta retroceder un poco el tiempo para entender de quién heredó su inquieta personalidad.