DEADPOOL 2 E
l filme llega dirigido por David Leitch ( Atomic Blonde ) y con guion de Robert Reese. En la actualidad, para nadie es un secreto que Deadpool esconde su rostro tras una máscara por las desfiguraciones sufridas y que se ha convertido en uno de los personajes más gustados del cine. La generación actual lo acepta en forma total y por ello los directores de la franquicia optan por preservar los temas y situaciones básicas y que en esta versión superan en algo al primer Deadpool ( 2016). Esta no desengañará a sus fanáticos, aunque surjan situaciones repetitivas que vuelven a funcionar y los mayores verán que la vida personal de este con Vanessa está experimentando cambios.
Mientras tanto, Russell se ha convertido en el mutante Firefits. Ese es uno de los problemas de Deadpool 2: un exceso de personajes y tramas que no son todas fáciles de seguir. Pero al espectador no le importará aquello porque estará deslumbrado con la prisión de los mutantes y una acción tan espectacular y continua que no le dará tiempo a los neófitos para elucubrar sus historias.
El guion, que a veces se enmaraña, es un guiño al concurrente porque lo hace sentir inteligente aunque por modernizar los diálogos hace que el vocabulario sea réplica del que habla la juventud actual, siempre lleno de pa-
labras irreverentes que no repito por falta de espacio. Los personajes son viajeros del tiempo. Cable, por ejemplo, lleva un brazo mecánico y aumenta la sensación de que los personajes son tan irreales que llegan a sonar falsos. Por supuesto que la imaginación carece de límites y los productores la han aplicado a Deadpool 2. En el campo de las actuaciones, Ryan Reynolds sorprende ( algo que casi no sucede en otras películas de este tipo de acción) con su labor artísti-
ca. No sería extraño que en unos pocos años la Academia resuelva incluir en la nómina de mejores actores a los héroes de acción.
Las secuencias de este largometraje se convierten en caos sangrientos, en comedia lasciva, pues Deadpool es carismático y en esta versión es más agudo, más coherente, más chispeante. Los primeros 10 minutos están llenos de sangre y chistes no esperados.
Hay dos sorpresas en el filme: la voz de Celine Dion cantando Ashes y me pareció a ver visto a Brad Pitt en una secuencia.