UN ERROR CON LA CARTERA

En pleno aeropuerto de Dublín, los testigos notaron que a Meghan se le olvidó quitarle el plástico a su nueva bolsa de la marca Strathberry. Al parecer ella tenía prisa o sus asesores y asistentes no se dieron cuenta de este error. La mayoría de sus seguidores están encantados de que sea ella misma y que no por ser de la realeza, cambie su personalidad. Es muy raro que haya llevado una Tote, pues casi siempre luce bolsas clutch. El vestido que utilizó en esta ocasión fue un Givenchy de color verde, un buen guiño para el presidente de Irlanda. Se ha ganado el título indiscutible de la royal mejor vestida y más elegante. Ha sabido adaptar ese toque propio de las estrellas de Hollywood a su nueva condición de miembro de la familia real inglesa. Sigue fiel a firmas como Givenchy, su preferida hasta ahora, pero también incorpora a su ropero marcas como Roland Mouret, Fendi o Dior. Nada más aterrizar en Irlanda sorprendió con su perfecto traje verde de Givenchy, y volvió a conquistar con el Roland Mouret, también de corte midi y manga larga, pero con un vistoso volante lateral. En Reino Unido a ningún miembro de la familia real británica se le permite hablar en público de política desde el siglo XVII. Se supo que a la exactriz le gustó el resultado del reciente referéndum por la despenalización del aborto que celebró Irlanda en mayo. Junto al príncipe Harry, ella estuvo en una cena ofrecida por el embajador británico en Dublín. La diputada Catherine Noone escribió en su Facebook: “La duquesa y yo hemos hablado sobre el referéndum, se mostró muy interesada y contenta con el resultado”. Ahí estaba el problema, en ese “contenta con el resultado”. Una opinión. Y aunque minutos después la diputada borró su mensaje, el mal estaba hecho.