A 100 AÑOS DEL NATALICIO DE LA DIVA DEL CINE
RITA HAYWORTH
Antes de convertirse en uno de los mayores mitos de la historia del cine gracias a la pelirroja explosiva de Gilda, Rita Hayworth (1918-1987) ya había rodado más de dos tercios de su filmografía, muchas de ellas películas de serie B que explotaron el estereotipo de belleza exótica y latina. Con motivo del centenario de su nacimiento, que se cumple este miércoles, se acaba de publicar El universo de Rita Hayworth, un volumen enciclopédico e ilustrado en el que una veintena de autores analizan la trayectoria de la actriz, película a película, y las claves de su vida. Lo suyo fue una auténtica carrera de fondo, condicionada y a menudo manipulada por los hombres a los que amó, empezando por su padre, el bailarín español Eduardo Cansino, que la puso a bailar con solo tres años, la explotó laboralmente y, según contó su segundo marido, Orson Welles, llegó a abusar sexualmente de ella. La vida de Hayworth estuvo marcada por acontecimientos extremos: fue la más deseada, pero en la intimidad rechazaba la etiqueta de ícono erótico y soñaba con dejar el cine. También fue la primera actriz de Hollywood que se convirtió en princesa (al casarse con Ali Khan) y la primera celebridad que padeció alzhéimer, con la desgracia añadida de que tardaron 20 años en diagnosticárselo. Una aún adolescente Rita Cansino (su nombre original era Margarita Carmen Cansino), morena y con la raya al medio, exhibía sus dotes como bailarina en los primeros títulos de su carrera, como Under the Pampas Moon (1935), Charlie Chan in Egypt o
Human Cargo (1936).