PERDIÓ SU ESTATUS DE PRINCESA POR CASARSE CON UN PLEBEYO
AYAKO DE JAPÓN
La princesa Ayako de Japón pasó por el altar y se casó con Kei Moriya, un plebeyo dedicado al sector naviero. La ceremonia se celebró en el Santuario Meiji de Tokio, dedicado a los espíritus de los emperadores Meiji y Shoken. Ayako, de 28 años, lució un vestido tradicional de color amarillo adornado con aves rojas encima de un atuendo púrpura, aunque sin duda lo más llamativo fue su peinado a la moda del periodo Heian, la última era de la época clásica japonesa. Él, en tanto, llevó un chaqué. Siguiendo los rituales sintoístas, la pareja llegó caminando lentamente detrás de sus invitados y, una vez dentro del templo, se intercambiaron los anillos y compartieron una copa de sake. Ellos se conocieron gracias a la princesa Takamado, la madre de Ayako, amiga de los padres del novio y colaboraba además con Kei Moriya a través de una ONG. Fue ella quien les presentó. Con este matrimonio, la joven sale de la familia imperial japonesa y pierde su estatus de princesa. Es el precio que pagan las mujeres miem- bros de la casa imperial por casarse con plebeyos como Kei Moriya, mientras que las esposas plebeyas de los miembros masculinos son bienvenidas en la familia. Ayako escenificaba la semana pasada su adiós al emperador Akihito. Sin embargo, recibirá una jugosa compensación por la pérdida de su condición de princesa: 1’021.000 dólares, que ayudarán a que siga manteniendo el nivel de vida al que está acostumbrada. Su esposo, de todos modos, es un próspero empresario que trabaja en un NYK Line, una de las mayores compañías de transporte del mundo.