UNA TRISTEZA, UN RETOQUE
Su obsesión por la belleza es casi legendaria. Operaciones y tratamientos estéticos la han llevado a ser conocida como ‘la reina que nunca envejece’. Gente cercana a la reina sostiene que la mayoría de los retoques se da en momentos de tristeza, provocados por la alocada vida de su marido y que, ante los medios de comunicación, ella ha intentado minimizar. En 2003, en una entrevista para la revista Welt am Sonntag, Silvia de Suecia aseguró: “A nadie que esté felizmente casada le apetece leer que su matrimonio ha entrado en crisis y está en vías de separación”. Se refería a las historias de las supuestas amantes de su marido y problemas conyugales con los que la prensa de su país ha salpicado su relación, y ante las que la reina está dispuesta a luchar a capa y espada. Pero es difícil tapar el sol con un dedo. Carlos Gustavo asumió la responsabilidad del trono a los 27 años y, aunque su papel es más protocolario –o tal vez por eso-, es un personaje mediático. En 2010 fue publicada una biografía no autorizada que hacía hincapié en sus salidas nocturnas a bares y salas de estriptis. Sostenía, además, que mantuvo una relación “seria” con la cantante sueca Camilla Henemark. Como si fuera poco, salió a la luz una grabación en la que se escuchaba a uno de sus mejores amigos buscar una negociación para que no se publicaran unas fotos comprometedoras del monarca.