Ignacia ANTONIA

Antes de morir, Felipe, el esposo de Isabel II, prometió que el título de duque de Edimburgo pasaría a su hijo menor, Eduardo, un deseo que ahora será incumplido. Carlos, su hermano mayor y heredero al trono de Inglaterra, ha decidido que e no será así porque el título de duque que de Edimburgo lo quiere para sí mismo. La pelea por r el que ha sido el más conocido do de los apelativos de la familia a real parece estar en plena ejecución. ción. Primero fueron los tabloides s británicos los que dejaron ver que el esposo de Camila Parker, de 72 años, pretendía etendía quedarse con on él. Pero ahora las informaciones nes saltan al mucho más s fiable periódico The he Times, que cita a dos fuentes muy cercanas al heredero. “El príncipe ( Carlos) es hoy por hoy duque de Edimburgo y de él depende lo que suceda con el título. No irá a parar a Eduardo”, afirma una, mientras que otra asegura: “( El ducado de) Edimburgo no será para los Wessex en lo que al príncipe respecta”. La decisión no tiene que tomarse ahora, sino que llegará cuando el título vuelva definitivamente a la Corona, cuando

Carlos sea rey. El fallecido esposo de la reina llevó este título durante más de 70 años, desde que se casó con Isabel. Eduardo llevaba años ocupándose de asuntos y de asociaciones que manejó el duque de Edimburgo y, de hecho, es el rostro y el encargado de otorgar los premios que fundó en 1956 con su nombre y que reconoce a jóvenes talentos de distintas disciplinas. Los expertos en monarquía señalan que el hecho de que el título de duque de Edimburgo pase a Eduardo no es un capricho ni un invento suyo. Es una realidad que hicieron pública no solo Isabel II, sino el propio duque y hasta Carlos en 1999, con la boda de Eduardo.