NO ESTÁ PREPARADA PARA VOLVER A AMAR
Jamás se está preparado para un golpe tan devastador como el que vivió con la muerte de sus seres queridos.
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Yo trabajaba con mi esposo. Entonces no se sabía mucho de la COVID-19. Estaba conversando conmigo y jugando cartas, me dijo que sentía algo feo, que tenía miedo y me pidió que lo abrazara, ahí se desplomó encima mío. Fue fulminante, en su piel aparecieron arañitas moradas. Esos trombos propios de la enfermedad. Cuando falleció mi papi, estaba en pleno rodaje de un video de Mirella Cesa, tuve que tragarme el dolor y seguir trabajando hasta el final.
¿Cómo se está recuperando de esa prueba tan difícil?
Con la ayuda de Dios. Sentía que me moría, que el mundo se acababa, pensaba en que mi familia desaparecía. No dejaba de ver a mis hijas, me llené de un montón de
aparatos y medicamentos. Sentía náuseas y miedo, y rezaba mucho, pedía que no permitiera que una de ellas muriera antes que yo.
¿Aquella dura experiencia cerró las puertas de su corazón?
En mi vida no hay nada fuera de lo común. No tengo pretendientes, siento que no estoy preparada, siento raro. No tengo ánimos para darme otra oportunidad. Mis amigas me invitan, pero busco excusas para no ir. No hay palabras para
explicar lo espantoso que fue lo que viví. Tal vez llegue otra persona, pero no sé. Dos de sus hijas son su pilar, las que le dan la mano... Con Diana Carolina me costó trabajar un poco. Era muy nerviosa, me pedía que hablara con tal o cual clienta para que siguiera determinadas recomendaciones. Tuve que conversar con ella para que sea más segura. Mientras que Eva se regía por lo aprendido en la academia. Nosotros trabajamos de manera diferente.