‘ALGUNOS DÍAS NO GANAS, PERO TODOS LOS DÍAS APRENDES’

Josué Habacuc es un joven líder que está transformando la educación en Ecuador, con su centro de operaciones en Riobamba. Es el creador de la Red Ecuatoriana de Pedagogía (REP). Y también mantiene la Fundación Iberoamericana de Educación, que en el futuro tendrá una universidad para posgrados.

Dicen que los seres humanos llegan a tener en su vida solo dos grandes amores. Josué Habacuc tiene tres. Su madre, Riobamba y la educación. Por su madre riobambeña siente la gratitud de haberle abrigado, luego de regresar ambos a la ciudad de las primicias cuando él era aún un niño, nacido en Quito. Ella, tras un tiempo, emigraría al exterior para encontrarse en su anhelo de ser misionera. Y él, seguiría adelante en casa de su abuela. El segundo amor, el que tiene por Riobamba es tan grande como el Chimborazo; es hoy su nido y el lugar desde donde sueña con conquistar el mundo. Y el tercero, la educación, es la impronta que tiene tatuada en su corazón porque está convencido de que solo el impulso, el desarrollo y la búsqueda de igualdad en este espacio transformará al Ecuador en el futuro.

Un futuro al que está decidido transformar. Porque su ímpetu, su espíritu luchador y sus ganas de cambiar las cosas se han ido haciendo más intensas a medida que pasa el tiempo, desde sus años como dirigente estudiantil en la Universidad Nacional de Chimborazo (UNACH) cuando cursaba sus estudios -que luego culminaríade Licenciatura en Ciencias de la Educación, con énfasis en Ciencias Sociales. “Le proponemos a la sociedad disputar una batalla cultural, mucho más interesante que la batalla legal, jurídica. Porque podemos tener una normativa, que en letra sea muy buena, pero que culturalmente la sociedad no la entiende. Para eso tenemos que anclarnos en un sistema educativo integral. Si lo mejoramos, mejoramos la sociedad”.

La película de Bernardo Bertolucci, The Dreamers, sería una inspiración para lanzarse, tras empezar su trayectoria profesional como profesor y como la mente maestra de la consolidación de un proyecto que significaba la apertura de un centro de capacitación en Guaranda, para que los estudiantes pudieran rendir el examen de ingreso a la universidad. Se fue por un tiempo a esa ciudad y, en dos meses, abrió oficinas y sedes en la Universidad de Bolívar y en San Miguel. Regresó sin nada, pero con mucho a la vez. “Algunos días no ganas, pero todos los días aprendes. El éxito de las cosas está en la planificación, en tener la visión y en perseverar”.

Tras estas primeras experiencias, empezó a levantar su idea. Así nació la REP, el 2 de diciembre de 2017, con US$ 400 de inversión. Su meta: fomentar un proceso formativo accesible para los docentes. En sus primeros años, la REP realizó alianzas estratégicas ensanchando sus convenios de cooperación en Iberoamérica, con el fin de garantizar altos niveles académicos y fortalecer los ciclos de trabajo en los diferentes programas de formación docente. Actualmente, la REP cuenta con varios programas de posgrado que se han trabajado de la mano de las mejores universidades de Iberoamérica; suma más de 40 instituciones educativas asociadas en Ecuador y mantiene presencia en Argentina, Colombia, España, Cuba y Estados Unidos.

Al ser una institución líder en educación digital, impulsa el primer canal educativo activo en YouTube con el mayor número de suscriptores a nivel nacional, superando los 80.000 seguidores. En su programación diaria se ofertan cursos gratuitos, clases abiertas, eventos académicos, con más de 3.000 profesores en línea. Durante 2021, registró una facturación de US$ 600.000; este año aspira llegar a más de US$ 1 millón. Actualmente la REP tiene un total de 21 personas en nómina, de los cuales tres laboran fuera de Ecuador y son reconocidos académicos y profesionales expertos en las nuevas tecnologías.

Pero este joven amante de la lectura y de correr en las montañas, no puede quedarse quieto. Por eso, impulsó la creación de la Fundación Iberoamericana de Educación (FIBE) con el propósito de erradicar la brecha educativa en toda Iberoamérica, a través de programas y proyectos educativos dirigidos a los sectores más vulnerables. En 2021 otorgó más de 100 becas a personas en condiciones de escolaridad inconclusa de Chimborazo. También ha brindado oportunidades formativas a la comunidad deportiva del país, permitiéndose otorgar becas a los jugadores del Centro Deportivo Olmedo de Riobamba.

Para Habacuc este solo es el comienzo. Él mantiene en ebullición su idea de que en cinco décadas, las nuevas generaciones tengan alternativas para enfrentar el agotamiento de los recursos naturales que hoy se explotan. Por eso, cada día, para él es una oportunidad para caminar hacia una economía del conocimiento. A fin de cuentas, todo lo que se propone, lo consigue.