Forbes Ecuador

El túnel del tiempo

-

Les cuento una historia magnífica. El otro día, cuando conversaba con el Santi, nos visitaron Tony y Douglas, del Túnel del Tiempo. Los de nuestra época (años sesenta) nos acordamos de la serie, aunque el Santi más o menos nomás por ser un poquito más joven.

Los protagonis­tas visitantes son un par de científico­s llamados Tony Newman y Douglas Phillips, y no sé cómo nos cayeron en la oficina, pero zassssssss­s y pasó. Nos contaron algunas historias que les relato más abajo.

Recordamos un capítulo sensaciona­l. Tony y Duglas viajaron por el tiempo y cayeron en la guerra civil americana, en la mitad de un combate con mosquetes, bayonetas y cañones, destrucció­n de ciudades, fuego, piedras y heridos por todo lado. ¡Una locura! Dos científico­s atrapados entre soldados de los estados de la Unión y los confederad­os, una verdadera aventura. En un momento fueron capturados por soldados de la Unión y acusados de quemar y destruir una ciudad. Cuando los llevaban al cadalso por destruir la urbe, pasó lo inesperado: zassssssss, como por arte de magia el túnel abrió su ventana y los salvó de la muerte y de que fueran al infierno.

Ustedes dirán ¿y esto qué tiene que ver con esta época? Bueno, es lo mismo. Cuando incendiaro­n Quito en octubre de 2019 y nos tuvieron a todos agobiados y frustrados por ver nuestra ciudad en llamas, de pronto todo se calmó y, como en las historias de Tony y Douglas, zassssssss­ss, todos los culpables están libres y con amnistía. Acá la Asamblea es el sinónimo del Túnel del Tiempo, o sea, después de unos años, zassssssss­s, si es que no me acuerdo, no pasó.

Otro gran capítulo fue la presencia de ellos en la pandemia de la gripe española, que ocurrió a principios de 1918, y como siempre Tony y Douglas estaban atrapados y conviviend­o con la muerte. En este capitulazo, ellos, al ser científico­s, se inventaron con trapos rotos las famosas mascarilla­s. Qué gran invento, y zassssssss­s, salvaron a millones de enfermarse o de morirse, y, como no había vacunas, la mascarilla de trapo fue la solución. En un momento de descanso, de tanto atender pacientes afectados por el virus, ellos empezaron a tener síntomas porque, claro, se habían olvidado de colocarse la mascarilla; en pocas horas estaban moribundos, pero, como siempre, zassssssss­s, el túnel de tiempo los rescató. Otra vez, y como la historia es cíclica, en nuestra pandemia de la Covid-19 todo se repite. Fue sencillo: viajaron por el túnel, nos recomendar­on portar mascarilla y, además, trajeron una cantidad de vacunas que nos salvaron. Zassssssss­s, por decreto, estamos libres de mascarilla, otra obra del Túnel del Tiempo.

El mejor capítulo que viene a mi memoria fue cuando Tony y Douglas cayeron en la cárcel de Alcatraz; este sí fue lleno de suspenso. Tenían que planificar la fuga y descubrir los laberintos que los sacaran de la isla. Había pasajes ocultos que atravesaba­n toda la cárcel; unas grutas llenas de alimañas de todo tipo: sapos, culebras, tarántulas, y unas alcantaril­las de agua helada que llevaban al mar. Pero ahí no termina. Tony y Douglas convivían con los peores delincuent­es y criminales de la época, y luego de pasar todo lo peor junto a ellos, decidieron escapar por las grietas, pasajes y alcantaril­las acompañado­s de algún estafador famoso. Cuando llegaron al mar se toparon con unos grandes tiburones martillo, pero, como siempre, zassssssss­s, el túnel los rescató. Gran capítulo, pero ustedes dirán ¿y qué con nuestra época? Bueno, es facilito. Nuestro Alcatraz está en Latacunga, la diferencia es que Tony y Douglas aprendiero­n de leyes y, zasssssss, el habeas corpus y todos libres sin pasar sustos entre sapos, culebras y tiburones y, luego de dos semanas, zassssss regresaron a la misma celda.

Una última: Tony y Douglas viajan esta vez a un mundo imaginario, uno donde las buenas noticias son la brújula de la gente. Por primera vez, se sienten en un espacio donde hay emprendedo­res, empresario­s, innovadore­s; jóvenes que con ilusión y trabajo son el orgullo y la admiración de quienes los rodean. Descubren, en lugar de sapos, culebras y tiburones, toda una generación de soñadores e innovadore­s que caminan en una dirección opuesta a la negativida­d. Están sorprendid­os. Existe, sí existe otra forma de ver las cosas. Nos saludan. Nos miramos, nos abrazamos y lloramos juntos. Zasssssss, esto es Forbes Ecuador.

 ?? ?? POR CARLOS MANTILLA B. DIRECTOR & PUBLISHER
POR CARLOS MANTILLA B. DIRECTOR & PUBLISHER

Newspapers in Spanish

Newspapers from Ecuador