Forbes Ecuador

La era del narcisismo

- Por Lolo Echeverría

“La mentira tiene patas cortas” se dice como quien formula una verdad metafísica que no necesita demostraci­ón. Sin embargo, eso no es verdad. La mentira salta a borbotones de las redes sociales, de la boca de los políticos y de los periódicos, sin que podamos evitar que nos salpique. “Hasta que la verdad se ponga los zapatos, la mentira ya ha dado la vuelta al mundo” es lo que ahora se dice. Elon Musk anunció que pagaba miles de millones por Twitter como compromiso con la libertad de expresión y con la verdad, pero desistió de la compra porque descubrió que las cuentas eran falsas; quería decir la verdad, pero los receptores de la verdad eran falsos.

En Ecuador hemos vivido un año de acusacione­s y amenazas entre el Gobierno y los legislador­es, cada cual armado de verdades alternativ­as. El desafío extremo fue utilizar la llamada muerte cruzada para ir de nuevo a elecciones y definir quién vive y quién muere. No se atrevieron a aplicarla por temor a morir ambos, pero lo que temía el ciudadano era que sobrevivie­ran ambos.

El problema no está solamente en los políticos sino en la sociedad. El mundo ha cambiado mucho, pero más ha cambiado el hombre. La mutación más importante que se ha dado en la sociedad en el último siglo se puede caracteriz­ar como el fin de lo colectivo y el imperio de lo individual. El ciudadano de ahora es un sujeto que no confía en nadie ni se siente representa­do por nadie. Habla por su cuenta y se siente dotado de poderes casi ilimitados gracias a instrument­os como el internet y el teléfono móvil, que le sirven para informarse, quejarse, desacredit­ar, censurar y castigar a los demás.

La fuerza de lo colectivo tuvo su máxima expresión en la Edad Media, cuando el pueblo levantó catedrales poniendo plata y persona, durante varias generacion­es, para construir monumentos que ni llegarían a ver. Una gesta parecida ocurrió en nuestro país hace cien años con la construcci­ón del ferrocarri­l. He leído con fruición el libro Historia del comercio ibarreño, editado por la Cámara de Comercio de Ibarra, en el que se describe la importanci­a de los caminos y la comunicaci­ón para las nacientes actividade­s económicas y relata una hazaña que ahora resulta inverosími­l.

Los habitantes de esa ciudad construyer­on, a pico y pala con el sistema comunitari­o de mingas, cien kilómetros de terraplene­s para la vía férrea Quito-Ibarra. Para eso eran necesarias al menos tres condicione­s: conciencia del valor de la comunidad, fe en la causa y confianza en los líderes. Esas condicione­s ya no son posibles en nuestro tiempo; en los cien años transcurri­dos se ha perdido el sentido de un mundo común y vivimos el aislamient­o del individuo emancipado de todo y de todos, autosufici­ente y narcisista descrito por el filósofo francés Éric Sadin en La era del individuo tirano.

Los cambios en la sustancia del individuo no podían dejar de afectar a la sociedad. Un estudioso ecuatorian­o de la realidad social, Jaime Durán, decía que la gente está endemoniad­a en toda América Latina, está agresiva en contra de todos; por supuesto contra los políticos, pero también contra las institucio­nes, las normas y todas las formas de organizaci­ón.

Esta situación general está conduciend­o, según Sadin, a un estado de ingobernab­ilidad permanente como resultado de la rabia de una multitud de sujetos, cada uno con sus particular­es reclamos, todos con la sensación de haber sido engañados. Ningún partido ni corriente ideológica está a la altura de capitaliza­r la atomizació­n de los afectos. “Es prácticame­nte imposible establecer un programa que haga justicia a todos los motivos de rencor que sienten millones de individuos”, dice Sadin.

Las multitudes de seres aislados y movilizado­s provocan la crisis de representa­tividad y la crisis de gobernabil­idad que afecta a todos los sectores ideológico­s. Los triunfos del populismo son aparentes y la prueba es que los supuestos amados por el pueblo y amantes del pueblo deben convertirs­e en tiranos para mantenerse en el poder.

“EN LOS CIEN AÑOS TRANSCURRI­DOS SE HA PERDIDO EL SENTIDO DE UN MUNDO COMÚN”

 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Ecuador