Hombre muere apuñalado luego de partido de vóley
La Policía investiga una supuesta gresca que habría sido la antesala del deceso de la víctima.
QUITO • En una polvorienta calle de tercer orden del barrio Nueva Aurora, en el sur de Quito, todavía permanece la mancha de sangre que brotó del cuerpo de Marco C.
El hombre fue herido de muerte la noche del último domingo mientras retornaba a su casa desde la cancha de vóley, ubicada junto a la calle General Julio Andrade, donde acostumbraba a practicar deporte con su amistades.
El hoy difunto quedó tendido en el piso tras la letal agresión. De acuerdo con un informe policial, le herida cortopunzante la tenía en la espalda.
El escándalo en esa populosa zona hizo que los moradores llamen a la Policía. Los uniformados encargados de la seguridad del barrio llegaron solo a constatar el deceso del hombre de 45 años.
Personal de la Unidad de Muertes Violentas está haciendo las averiguaciones pertinentes para dar con el paradero del o los responsables del crimen. Luego de recoger versiones de los deudos, ellos establecieron algunas hipótesis para determinar el móvil de la mortal agresión.
Lo que se sabe
La información preliminar con la que cuenta la Policía es que antes de su muerte, Marco mantuvo una acalorada discusión con otro hombre en la cancha de vóley. Según los testimonios recabados por las autoridades, ambos se encontraban bajo el efecto del alcohol.
Tras el intercambio de palabras, el finado salió de la cancha y caminó calle abajo rumbo a su domicilio, situado en el mismo barrio Nueva Aurora. Sin embargo, él fue sorprendido por una persona que le propinó la mortal puñalada.
La víctima no tuvo oportunidad de defenderse y quedó tendida sobre la tierra de la calle. Todo ocurrió aproximadamente a las 21:30 del domingo en una zona donde no transita mucha gente y, por eso, no existen testigos presenciales del deceso.
No tenía enemigos
Ayer por la mañana, un amigo de la infancia del infortunado recorría la escena del crimen. Lo hacía en el taxi que utiliza para trabajar. Él prefirió no identificarse para no verse envuelto en el problema ni en interrogatorios, pero desde el anonimato dijo que Marco C. era una persona tranquila cuando estaba en juicio.
Agregó que con unas copas encima solía tener problemas con sus compañeros de bebida. Pese a ello, el taxista aseguró que el ahora occiso no tenía cuentas pendientes con nadie. Informó que se ganaba la vida como albañil en construcciones a las que le llamaban para que colabore.
Indicó además que estaba separado de su primer compromiso y que hasta antes de su deceso mantenía una relación sentimental con otra mujer.
La Policía trabaja en la ubicación del responsable de la muerte. Hasta el cierre de esta edición, no hubo resultados positivos para los agentes investigadores.