Banco Central ajustó a la baja el crecimiento de la economía en 2017
El Banco Central del Ecuador (BCE) anunció ayer que ajustó a 2,4% su cálculo de crecimiento económico en 2017. Esto representa 6 décimas menos que el 3% anunciado en marzo pasado. Esta variación, según un comunicado oficial, se debe a que en los últimos cuatro meses, “se ha recopilado información más desagregada proveniente de las principales fuentes públicas y privadas”.
En valores constantes, el Producto Interno Bruto (PIB) llegó a los 70.956 millones de dólares y, en términos corrientes, a los 104.296 millones, debido principalmente al aumento de la inversión privada, en un 11,7%.
Las inversiones subieron en un 70,4% en el sector de vehículos automotores, 62,6% en maquinaria para usos especiales, excepto doméstico; 23,8% en maquinaria para usos generales y, 7,3 % en trabajos de preparación de terreno.
Por su parte, gasto de consumo final de los hogares se recuperó con respecto al 2016 y tuvo una subida del 3,7%, respecto al año anterior. A su vez, el gasto de consumo final del Gobierno general también en un 3,2%. Finalmente, las exportaciones aumentaron un 0,7%, pero su influencia en el resultado final del PIB solo fue de 0,2%.
Las principales actividades que generaron valor agregado para el crecimiento del país fueron la acuicultura y pesca de camarón, suministros de electricidad y agua, y refinación de petróleo. Sin embargo, petróleo y minas, y construcción cayeron 2,8% y 4,4%, respectivamente.
La economista Verónica Ortiz explicó que durante 2017 todavía se mantuvo un alto gasto público, por lo que la inversión estatal todavía significó un 42% de la inversión total. “Este año la desaceleración será más fuerte y, de los pronósticos iniciales de un crecimiento del 2,5%, solo llegaríamos a un 1,5%”, apuntó. La caída de los precios del petróleo, la declinación de la producción nacional y un esquema de tarifas que no incluía ajustes ante las fluctuaciones de los mercados internacionales provocaron que en 2015 y 2016 se desplomara la renta petrolera de Petroamazonas.
En 2014 se llegó a los 8.551 millones de dólares, pero en 2015 y 2016 cayó a los 2.903 millones y 2.132 millones, respectivamente.
Ante esto, según Alex Galárraga, gerente general de la empresa estatal, a partir de mediados de 2017 se puso en práctica un plan de optimización que permitiera ir recuperado las rentas, bajar los costos de operación y renegociar en mejores condiciones las tarifas de campos grandes y maduros. El resultado final es que se espera que hasta final de año se genere una renta de 6.146 millones de dólares, que supera en 2.055 millones a lo producido en 2017.
Algunos ejemplos
Así, uno de los ahorros más importantes, de por lo menos 300 millones anuales, viene dado precisamente por las renegociaciones de tarifas. En Shushufindi se dieron de baja 7 contratos que no creaban valor para el Estado y se bajaron los costos de 29,85 a 19,5 dólares por barril.
En el campo Libertadores se redujo la tarifa de 38,54 a 25,50 dólares por barril. Finalmente, en 16 contratos de campos maduros se pasó de 36,47 a 25,45 dólares por barril.
Hasta 2020, con estas modificaciones, se espera ingresos adicionales acumulados de alrededor de 1.893 millones de dólares e inversiones por 814 millones. Además, la producción aumentaría en más de 10.000 barriles diarios, solo en el campo Shushufindi.
“Ahora la filosofía es que solo se mantienen los proyectos que dan réditos con un precio del WTI de 55 dólares por barril. Además, hemos bajado los costos operativos en un 15% y los cotos de inversión en un 50%, sin afectar a la producción”, contó Galárraga.
Por su parte, el experto petrolero Francisco Villa aseveró que los esfuerzos realizados son importantes, pero las tarifas mayores a los 20 dólares todavía serían altas. “Falta abrirse más a la inversión para que llegue tecnología de punta que optimiza más los costos y fortalecer la producción nacional”, dijo.
A su vez, Fernando Reyes, miembro del Colegio de Ingenieros Petroleros, afirmó que las renegociaciones no deben quedarse en los campos de Petroamazonas, sino incluir a los manejados por la subsecretaría de hidrocarburos, donde se encuentran operando compañías como Repsol y Andes Petroleum. “Todas las tarifas deben ser revisadas, con lo que se podrían generar rentas extras por más de 3.000 millones. Así también se debe hacer una auditoría a todos los contratos firmados en el gobierno anterior, donde se establecieron tarifas antitécnicas y excesivas”, puntualizó.