Contraloría arma equipo para examen sobre los aviones presidenciales
El asambleísta Villamar solicitó ayer que la auditoría se amplíe al periodo del presidente Moreno.
El contralor, Pablo Celi, conformará un comité técnico de especialistas en temas de aeronavegación y administración de vuelos. Esto, para asesorar y acompañar a los auditores que se dedicarán a examinar el uso del avión presidencial durante el Gobierno de Rafael Correa.
Entre los objetivos está determinar número de viajes nacionales e internacionales, fechas, destinos, horas de vuelo, tripulación, lista de pasajeros, objetivos de desplazamiento y costos.
El examen especial abarcará el periodo comprendido entre el primero de enero de 2012 y el 24 de mayo de 2017, pero ayer el asambleísta Fabricio Villamar (CREO) acudió para solicitar a Celi que esa revisión se amplíe también al primer año del Gobierno de Lenín Moreno.
Una de las cosas que le llaman la atención es que la excanciller María Fernanda Espinosa haya pasado 152 de los 372 días que estuvo en el cargo viajando al exterior. Es decir, cerca de la mitad (42,82%) de su gestión.
En ese lapso, según información recabada por Villamar, Espinosa salió del país 28 veces y usó los aviones presidenciales en ocho, siendo Estados Unidos, Nicaragua y Perú, los países más visitados.
Además, se desplazó a México, Venezuela, Argentina, Suiza, Cuba, Bélgica, Guatemala, Italia, Chile, Costa Rica, Colombia, Haití y Surinam. Según Villamar, estos desplazamientos le costaron al país más de 92.000 dólares, cada uno, de los cuales cerca de 12.000 se gastaron en servicio de catering.
Eso, sin contar los rubros que cobraron por viáticos, subsistencias, costos de pasajes aéreos de los restantes 20 viajes al exterior en aerolíneas comerciales de la exministra y su comitiva.
“Es necesario que la ciudadanía conozca los motivos de estos viajes y los beneficios que se obtuvieron para el país”, manifestó el legislador.
Más diligencias
A su vez, solicitó una auditoría pormenorizada del uso de aviones pertenecientes a Petroecuador por parte del sentenciado exvicepresidente Jorge Glas y su exasesor Nielsen Arias. También el uso de los helicópteros de la Policía.
“Es importante determinar, no solamente cuáles fueron los pasajeros y los costos, o la conveniencia del uso de estos recursos, sino también los manifiestos de carga (todo lo que llevan los aviones)”, expresó.
El martes, el socialcristiano César Rohon también acudió a la Contraloría con documentación que le fue entregada por el Ministerio de Defensa como reservada y que se relaciona con los vuelos del avión presidencial durante los últimos dos años del anterior Gobierno. “También recibimos informes de la Aviación Civil. Lo que nos llama la atención es el sinnúmero de vuelos del avión presidencial, vuelos con pasajeros y vuelos sin pasajeros; el aparato se movió mucho no solo internamente sino también al exterior”, expresó.
Detalló que, solo en 2016, el expresidente viajó 11 veces y Glas cuatro. “Por lo tanto, hay que determinar, de acuerdo con las investigaciones, el uso y la responsabilidad del gasto que implicaba”, puntualizó.